En el golf las piezas más emblemáticas tienen nombre propio. Por eso han bautizado como Phoenix a este putter (el palo más importante de todos los que emplean los golfistas, pues es el que hace desplazar la bola hasta el hoyo). Tiene un carácter único porque está fabricado con un concepto exclusivo por artesanos franceses que han obtenido la EPV (Entreprise du Patrimoine Vivant en sus siglas en francés, que se traduciría como Compañía de Patrimonio Vivo). Esta calificación se trata de una etiqueta oficial que emite el Ministerio de Economía, Finanzas e Industria francés para distinguir a aquellas empresas que hacen gala de destreza en un oficio artesanal y excelencia notable en la fabricación.
La idea de Phoenix ha partido de la compañía francesa ValGrine, que desde 2012 diseña y fabrica los putters más extravagantes, singulares y costosos de los campos de golf. Crear uno solo implica cientos de operaciones desempeñadas hábilmente por entre 18 y 22 maestros artesanos diferentes, cuyas manos logran piezas excepcionales elaboradas con materiales preciosos, diamantes, platino, oro blanco y amarillo.
También utilizan otros elementos exóticos como el acero inoxidable 300 L ó 16 L 9, polvo de meteorito, aluminio aeroespacial y aleaciones de cobre y oro. Dichos materiales se utilizan en áreas tan diversas como la industria aeronáutica, la Fórmula 1, la ortopedia y la náutica. De ahí que a este tipo de putter se le considere el Rolls-Royce de los palos de golf.
Phoenix es un medio martillo original cuya cabeza pesa 350 gramos, fabricada fundamentalmente en acero inoxidable con acabados laterales en oro, y sometida a tratamientos de micro perlado y pulido brillante. El grip o mango del palo está hecho de neopreno, con costuras de algodón de plata para una sensación de confort y refinamiento.
“Su silueta evoca fuerza, estabilidad y precisión, y en general su forma dirige la trayectoria de la bola y la dirección. Este putter aporta a nuestros jugadores un rendimiento increíble y sensaciones insólitas”, señala un portavoz de la marca.
Está disponible con un acabado en rojo, negro o rosa, a un precio que parte desde los 1,332 euros, y su propietario podrá grabar en él su nombre, un logotipo o sus iniciales. Lea aquí sobre los mejores campos de golf del mundo. ■