Esta maravilla de los mares fue construida con objetivos claros y concisos dictados por su anónimo propietario: debía ser elegante, lujoso y enorme, pero capaz de navegar a buena velocidad en aguas tibias y poco profundas. Con estas premisas en mente, la tarea de dirección de ingeniería fue encomendada a Mubarak Saad al Ahbabi, quien hizo su trabajo de manera impecable y cumplió con todos los deseos exigidos por el dueño.
A pesar de sus impresionantes medidas de 180 metros de largo y 20,8 metros de manga, este gigante de cinco niveles cuenta con un calado máximo de sólo 4,3 metros, lo cual le permite navegar en aguas poco profundas. A su vez, se encuentra impulsado por un conjunto de 4 motores (2 diésel de 23.500 caballos de potencia y 2 a gasolina, de la misma potencia que los anteriores) que sumados generan la impresionante potencia de 94.000 caballos, con los cuales se puede lograr una velocidad máxima de 30 nudos (unas 35 millas horarias). Números excepcionales teniendo en cuenta sus dimensiones y peso, y mucho más sorprendentes si los comparamos con los de sus pares, como el Eclipse del magnate Román Abramóvich, que hasta que llegó el Azzam era el yate privado más grande del mundo.
El Azzam ha batido varios récords, convirtiéndose en el mega yate más grande, más rápido, más potente y más caro de los mares.
El impresionante Azzam fue encargado por un jeque árabe multimillonario que prefirió mantener su identidad reservada, y su construcción tuvo un coste que superó los 600 millones de dólares. A su vez, su mantenimiento anual se estima en un 10 por ciento del coste de creación, por lo que se presume que mantener al Azzam en funcionamiento ronda los 60 millones de dólares cada 12 meses.
Esta espectacular obra de ingeniería fue llevada a cabo por el astillero alemán Lürssen de Vegesack, en la ciudad de Bremen, bajo las directivas de Nauta Yachts para su diseño exterior. La decoración interior estuvo a cargo del reconocido interiorista Christophe Leoni. Desde el punto de vista estético, la embarcación destaca en el exterior por sus discretas líneas modernas, estilizadas y elegantes. Mientras que su interior fue decorado, a petición de su propietario, en un estilo imperial. De todas maneras, no se ha permitido la difusión de imágenes o detalles sobre las características interiores de la nave, algo muy común entre los dueños de este tipo de embarcaciones, que prefieren mantener de manera confidencial las comodidades con las que cuentan sus súper yates de lujo.
No obstante, ha trascendido a partir de una publicación de la revista especializada Industry Tap, que el Azzam estaría disponible para alquiler (otros grandes yates en alquiler), pero aún no se conoce el precio del arrendamiento. Teniendo en cuenta el alto coste de mantenimiento de la nave, su lujo y sus comodidades, es probable que el alquiler semanal supere con facilidad los 2,6 millones que hay que desembolsar para disfrutar del mencionado Eclipse.
Sin duda, el Azzam ha batido varios récords, convirtiéndose en el mega yate más grande, más rápido, más potente y más caro de los mares. Y verlo navegar a toda máquina causa la admiración y el respeto que sólo los gigantes pueden generar. ■
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