El prototipo del Sergio debutó en el Salón del Automóvil de Ginebra en el 2013, cuando fue presentado no sólo para celebrar los 60 años de sociedad entre Ferrari y Pininfarina, sino también para honrar la vida del carismático empresario, diseñador y senador vitalicio de Italia, quien falleció en el 2012.
El Sergio es un barchetta de dos asientos que nos transporta al futuro a través de su apariencia tradicional y moderna a la vez. Es evidente que retoma muchos de los elementos más retro de los prototipos clásicos de Pininfarina Ferrari, como el Modulo 512s de 1970 y el Dino Berlinetta de 1967. Su diseño explora y reinterpreta los volúmenes, los materiales y los flamantes acabados que han caracterizado a la firma italiana desde las décadas de 1960 y 1970.
Particularmente hermoso y peculiar, el Pininfarina Sergio es una delicia para la vista, pero conducirlo —y, sobre todo, poseerlo— resulta un privilegio. Es muy notorio cómo sus creadores han distinguido visualmente los elementos funcionales de su construcción, con detalles en negro, diferenciándolos de los puramente estéticos, con detalles en rojo.
Para la fabricación del Sergio, Ferrari proveyó a Pininfarina de los poderosos motores de su modelo 458 Spider (V8 de 4.500 centímetros cúbicos y 571 caballos de potencia), además de sus componentes mecánicos y eléctricos. El lujoso automóvil presenta también varias innovaciones, como la ausencia de parabrisas y sus puertas de apertura vertical. Y al no contar con una cúpula para proteger a sus tripulantes, el modelo incluye dos exclusivos cascos. La distancia entre sus llantas es muy similar a la del 458 Spider, sin embargo, es un auto más compacto y ligero.
La emblemática firma Pininfarina ha creado muchos de los Ferrari más hermosos de todos los tiempos, incluido el 250 GTO y el 250 California. En el Sergio, su insignia brilla como nunca antes. ■