La colección de autos históricos del famoso diseñador norteamericano Ralph Lauren es, sin lugar a dudas, una de las más importantes del mundo. Y es que, además de la moda, industria que lo ha coronado como uno de los grandes diseñadores de los Estados Unidos, Lauren tiene otra gran pasión: los automóviles. “Siempre he visto los coches como arte. Arte en movimiento”, asegura.
El conocidísimo modisto neoyorquino puede presumir de guardar en su envidiado garaje varias decenas de coches clásicos pertenecientes a todas las épocas: desde un Bentley de la década de 1920 hasta uno de los Bugatti Veyron que tanto fascinan en nuestros días.
Esta afición de Ralph Lauren por los automóviles no es muy conocida. Sin embargo, quedó al descubierto en la exposición L’Art de l’Automobile, una muestra de alrededor de una veintena de vehículos que el diseñador exhibió en el Musée des Arts Décoratifs de París en el 2011, en clara referencia al significado que para él tienen los coches.
De la colección de Ralph Lauren destacan algunas bellas “obras de arte”. Por ejemplo, un Bentley “Blower” de 1929, el más antiguo de los vehículos que componen su garaje, mítico participante de tres ediciones de las 24 horas de Le Mans y al que, con su exuberante motor de 4,5 litros de cilindrada, Ettore Bugatti se refería como “el camión más rápido del mundo”. O también un Porsche 550 Spyder de 1955, modelo que debe buena parte de su leyenda al triste honor de ser el coche que conducía el actor James Dean cuando tuvo el accidente que le costó la vida.
Mención aparte merece el diseño de origen italiano, a todas luces una debilidad de Ralph Lauren en cuanto al gusto por los automóviles. Su italofilia se refleja, sobre todo, en un amor declarado por Il Cavallino Rampante. Hasta donde se conoce, son cinco los Ferrari que el diseñador posee como estandartes de su colección: un 375 Plus de 1954, un 250 Testa Rossa de 1958, un 250 LM de 1964, un 250 GT Berlinetta SWB de 1960 y un 250 GTO de 1962. Con su icónico color rojo Corsa, todos figuran entre lo más granado de la historia de Ferrari.
En cualquier caso, es el último de ellos el que se lleva la palma. Por su fama y su exclusividad (sólo se fabricaron 39 unidades), el 250 GTO de 1962 que forma parte de su colección es, sin duda, el gran ícono de los coches de Maranello y está considerado la “Mona Lisa” de los deportivos, este modelo tiene el honor de ser uno de los más caros de la historia, al ser vendido en una transacción privada por más de US $69.000.000.
Y aún hay más. Varios Jaguar, un Mercedes-Benz 300 SL “Gullwing” de 1955 o un McLaren F1 LM, por citar algunos, son otros de los ejemplares más valiosos de la colección de Ralph Lauren. Pero si hay uno que puede ser considerado la joya de la corona: es el Bugatti 57SC Atlantic, ganador en el 2013 del Concurso de Elegancia de Villa d’Este. ■
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