La organización inglesa Palacios Reales Históricos ha comprado dos de los vestidos de gala de la princesa Diana, que han estado en colecciones privadas durante años, y ha declarado que permanecerán en Gran Bretaña. Ésta es la institución que se encarga del palacio de Kensington, lugar que fue residencia oficial de la princesa después de su divorcio y en el que vivió con sus hijos. Parte de la propiedad puede ser visitada.
Las prendas se vendieron en una subasta en Londres, en la que se recaudaron un total de 800.000 libras esterlinas (1,2 millones de dólares) por la venta de una decena de vestidos.
1. Zandra Rhodes. $40,000.
2. Victor Edelstein. $200,000.
La institución Palacios Reales Históricos ha adquirido dos: un Bruce Oldfield de terciopelo negro que usó la princesa Diana en 1985, y un vestido de crepé de color marfil y rosa, decorado con lentejuelas y diseñado por Catherine Walker, que lució en 1991 durante una visita a Brasil. El precio que se pagó por ellos en la subasta está por encima de las 107.000 libras (162.266 dólares). La institución ha declarado que espera que uno de ellos se muestre en una exposición sobre moda de la realeza que se celebrará a mediados de año.
Entre los vestidos subastados, se encontraba el que Lady Di lució en la Casa Blanca durante una cena ofrecida por el presidente Ronald Reagan y con el que bailó con el actor John Travolta. Fue la primera visita de Estado de la princesa y el príncipe Carlos a Estados Unidos en 1985. Este modelo se vendió por más de 80.000 libras esterlinas (1,2 millones de dólares). Se trata de una prenda de terciopelo azul marino, con escote en “V” y falda con corte de sirena con el que aparece en numerosas fotografías.
1. Catherine Walker. $42,000.
2. Catherine Walker. $55,000.
Otra de las piezas que se subastaron fue un traje diseñado por Victor Edelstein. La casa de subastas había previsto que se pagaría por él 300.000 libras esterlinas ($450.000), pero finalmente se compró por 240.000 libras ($360.000). No se ha revelado la identidad del nuevo dueño, pero sí que lo adquirió un hombre británico, “para sorprender y alegrar a su esposa”, declaró el nuevo dueño del vestido.
El resto de las piezas, nueve más, se vendieron a postores internacionales, incluidos tres museos. Entre ellos se encuentra el de terciopelo negro con lentejuelas, diseñado por Catherine Walker, que Diana usó durante una sesión de fotos para Vanity Fair realizada por el peruano Mario Testino, en el palacio de Kensington en 1997.
Muchos vestidos de Lady Di han llegado a segundas y terceras manos porque en 1997, meses antes de su muerte, Diana vendió muchos de ellos en una subasta benéfica por recomendación de su hijo Guillermo. ■