Los ochenta fueron un tiempo de excesos. Las fiestas eran extravagantes, los ricos se hacían mega-ricos y la moda se distinguía por sus colores y estilos extremos. Si has sentido nostalgia por esa década, estás de suerte: una de las tendencias más importantes de este otoño/invierno es la celebración de esa época. En sus colecciones de esta temporada, los diseñadores han adoptado diferentes tendencias y siluetas de los años 80, aunque cada casa de moda presentó un punto de vista propio.
Las hombreras,por ejemplo, son sinónimo de los ochenta. Esta temporada, Marc Jacobs demostró ser un gran adepto a los hombros de gran tamaño. El diseñador se concentró en proporciones dramáticas y creó prendas para una mujer misteriosa, con abrigos voluminosos y sombreros de ala ancha.
Mientras Jacobs optó por el volumen, Donatella Versace prefirió ceñirse a la forma del cuerpo. La casa Versace celebró los aspectos divertidos y extravagantes de los ochenta mezclando patrones (incluso estampados pop) y combinando minis entalladas con t-shirts adornadas con gráficos.
Las lentejuelas ochenteras tenían una contraparte rebelde. En esa década, los movimientos gótico y punk se aferraron al color negro y prefirieron las tachuelas a los brillos. La colección Otoño/Invierno de Philosophy di Lorenzo Serafini rindió homenaje a varias tendencias de los 80, pero en sus prendas subyacía una sensación victoriana que era común en los looks góticos de los 80. Serafini yuxtapuso blusas victorianas con volantes y capas de encaje con terciopelo y cuero.
Si bien Saint Laurent también incorporó detalles románticos en su colección (en la que predominaban el encaje y el terciopelo), Anthony Vaccarello también mostró una versión más osada del estilo gótico con una impresionante variedad de chaquetas de cuero y minivestidos con tachuelas. La colección se mantuvo jovial, con pantalones cortísimos de cuero.
Pero este viaje en el tiempo no se quedó solo en los 80. El futuro también despertó el interés de exclusivas casas de moda. El estilo futurista siempre se deja a la interpretación y, dependiendo de a quién preguntes, el futuro puede parecer brillante y promisorio, o aterrador.
Para la colección de Balmain, Olivier Rousteing optó por un futuro brillante. Rousteing nunca se aleja de los adornos y el brillo y esta colección se mantuvo fiel a su estilo. Su línea Otoño/Invierno incluye materiales holográficos que captan la luz, pero el uso de textiles como el PVC agrega una nueva dimensión al trabajo del diseñador. La versión del futuro de Balmain también incluye jeans, algo poco habitual en las colecciones que se inspiran en el porvenir.
Para la línea de alta costura de Maison Margiela, John Galliano evitó las piezas metálicas y muy brillantes. Si bien el diseñador optó por una paleta de colores alegres (naranjas, amarillos y púrpuras), su colección mostró un planeta post-apocalíptico. Los abrigos y chaquetas deconstruidos se volvieron a mezclar con capas que cobraron gran importancia.
Ya sea que te sientas melancólica, optimista o pesimista, las tendencias más importantes de otoño e invierno nos están regalando una aventura en el tiempo. ¿Te atreves a hacer el viaje? ■
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