“Alegoría del amor”, la colección otoño/invierno de L’Wren Scott, destila oro. Por supuesto que hay ricos matices de castaño, negro clásico, tonos esmeralda, vibrantes morados y azules reales, pero el oro se roba todo el protagonismo. Inspirada en la “etapa dorada” de Gustav Klimt y su musa Adele Bloch-Bauer, la estilista y diseñadora L’Wren Scott ha creado su colección con diseños que son tan elegantes como modernos.
“Alegoría del amor” muestra la artesanía impecable de Scott y el uso inteligente que hace de los estampados y los bordados. Su inspiración es evidente. Arabescos dorados, idénticos a los de la obra de Klimt, adornan abrigos, pantalones y vestidos deslumbrantes. Sus diseños de estampados intensos y vivos colores parecen abrazar el cuerpo porque están deliberadamente concebidos para realzar la silueta mostrando todos sus contornos. Esto, en sí mismo, es un homenaje a Klimt, cuyas pinturas a menudo celebran la forma femenina.
Los ornamentos en sus creaciones dotan a esta colección de un magnífico sentido de la fantasía. Para lograrlo, Scott apuesta por el brillo perfecto del oro de 23 quilates, tanto en los detalles dorados de sus diseños como en las pinceladas doradas del calzado. Es la técnica antigua del “pan de oro”, también utilizada por Klimt en sus suntuosas decoraciones basadas en dorados y elementos ornamentales.
La colección cuenta con vestidos y faldas ajustadas, cortados justo por debajo de la rodilla. Un diseño que destaca es el clásico negro con una serpiente dorada que envuelve estratégicamente todo el cuerpo. Se trata de una de las versiones que hace Scott sobre Hygieia, la mujer en rojo con serpiente dorada de Klimt. Otro diseño también rinde homenaje al famoso cuadro en una interpretación más literal: un vestido largo, con cola de sirena, que incorpora los vibrantes colores de la pintura de Klimt y la serpiente deslizándose sutilmente.
“Alegoría del amor” también incluye el lujo en su máximo esplendor con una serie de vistosos diseños. Uno de ellos, con un clásico aire de modernidad, exalta los matices dorados con ribetes festoneados en negro. Otras creaciones acentúan los bordados, los estampados coloridos y, por supuesto, el despliegue de dorados, en contraste con otros diseños que se distinguen por el cuero acolchado.
El negro no resulta aburrido en esta colección, pues Scott añade ricos detalles barrocos para sobredimensionar la sobriedad del elegante color. Detalles dorados en botones, cinturones y ornamentos —y la formal pajarita en uno de los diseños— adornan las clásicas piezas negras. Es negro sobre negro, pero el producto final es lujo del más puro.
La obra de Klimt, con sus dorados y colores vibrantes, ha inspirado la imaginería de los diseños de Scott. Y con la misma pasión del pintor austríaco por su musa Adele Bauer, la diseñadora ha conformado su “Alegoría del amor”. Una colección que también irradia el brillo perfecto del oro de 23 quilates. ■