Fundada en 1777 en Hertfordshire, en el sureste de Inglaterra, se le considera como una de las empresas más antiguas de Gran Bretaña, pues nació cuando reinaba Jorge III. Sus inicios están enraizados con los orígenes de la Revolución Industrial.
Paradójicamente, la compañía vivió un momento de esplendor durante la Primera Guerra Mundial, cuando el Ministerio de la Guerra le encargó la fabricación de miles de cepillos para las tropas británicas. Kent Brushes preparaba kits para soldados que incluían un peine, un cepillo de dientes, una brocha de afeitar, cepillo para la ropa y también para los zapatos.
Durante la Segunda Guerra Mundial la firma fabricó en secreto brochas de afeitar con mapas y brújulas ocultas en la empuñadura, para posteriormente enviarlas a los prisioneros británicos y que estos pudieran encontrar su camino a casa en caso de fuga.
Hasta 1932, y después de seis generaciones, Kent Brushes fue un negocio familiar, pero con el fallecimiento del último de los tres hermanos Kent, la fábrica fue adquirida por Eric LH Cosby, dueño de Cosby Brushes Ltd, quien creó una asociación con GB Kent & Sons. A partir de ese momento se abrió una nueva etapa en la larga historia de la compañía, que desde entonces ha estado bajo la dirección creativa y dinámica de la familia Cosby.
238 años después de fundada, Kent Brushes sigue manteniendo la artesanía y la calidad como orgullo de la casa. Incluso en estos tiempos en lo que todo se fabrica con celeridad y de forma masiva, se enorgullece de continuar produciendo muchos de sus cepillos de forma artesanal, completamente a mano, tal y como lo hacían antaño.
Kent Brushes fabrica en la actualidad una excepcional variedad de productos para el cabello y los dientes, así como para maquillaje y afeitado. La más completa de sus gamas es la de cepillos para el cabello, que abarca cualquier estilo, textura o longitud.
Su calidad y presencia ha recibido la certificación real (The Royal Warrant) de la monarquía británica, con la que se reconoce las habilidades de pequeñas empresas que producen productos para los hogares reales.
Esta es una de las pocas empresas en el mundo que dispone de la artesanía necesaria para reemplazar las cerdas de cepillos antiguos, pues trabaja con un platero profesional que puede reparar cualquier daño en la parte posterior y lateral de los productos.
Hoy Kent Brushes suministra sus productos a las tiendas más famosas del mundo y los distribuye a más de 50 países, incluyendo Estados Unidos, Hong Kong, Canadá, Australia, Japón y Europa. ■