Dominic Wilcox es un diseñador británico que realiza inventos irreverentes, y en algunos casos absurdos, con poca implementación en la vida cotidiana. Sus creaciones oscilan entre el arte contemporáneo, la artesanía y el diseño. Desde el 2002, el artista londinense ha trabajado como mayorista de arte y ha diseñado para marcas como Nike, Vipp y Esquire. Su último encargo ha sido crear unos zapatos con GPS para el proyecto Huella Global, de Northamptonshire (un condado de la región de East Midlands de Inglaterra, históricamente reconocido por su industria del calzado).
Para llevar a cabo su última creación, el diseñador se inspiró en las zapatillas de rubíes de Dorothy, la protagonista de la película El Mago de Oz: con un clic en los talones y la frase «No hay nada como el hogar», Dorothy era transportada a su casa de Kansas. Wilcox se asoció con una firma de zapatos de Northamptonshire para diseñar un producto a medida, y Becky Stewart, experta en tecnología, aportó sus conocimientos para convertir la idea en realidad.
El concepto es sencillo: un dispositivo GPS integrado en el talón de uno de los zapatos, que se activa con un click cuando se juntan los talones. Se puede programar un destino en el zapato, a través de un software de mapas y un cable USB que lleva incluido. Este calzado especial, de cuero y hecho a medida, sincroniza los datos a través de una conexión inalámbrica: el zapato izquierdo indica el camino correcto con unas luces de mini LED que delimitan cada uno de los cuatro puntos cardinales con sus puntos intermedios; el derecho, informa de la distancia a través de un metro lineal que se ilumina en verde al llegar al destino. Prepárese para ver a la gente mirando hacia abajo cuando camina, y esperemos que no lo hagan mientras conducen ■