Las pop-ups pueden montarse en lugares como en una galería de arte, un espacio vacío, un vehículo o, simplemente, a caballo de otra tienda.
Generalmente, en el mundo de la moda (donde más se las utiliza) son una forma de lanzar a nuevos y prometedores diseñadores a mercados no convencionales, lo que las convierte en boutiques exclusivas y cool que atrapan a los amantes de lo fashion. Además, han demostrado ser sumamente convenientes para iniciar prácticamente cualquier tipo de negocio, como puede ser el caso, por ejemplo, de un restaurante de comidas gourmet que se presente como pop-up en espacios de productos delicatessen.
Las pop-up le permiten a las firmas impulsar el crecimiento de sus marcas, generando interés y entusiasmo de una forma innovadora y divertida en un público más amplio que tal vez de otra manera no podría conocer la marca», le dijo a www.azureazure.com Natalie Meruelo, fundadora de NOBE67, una pop-up de Miami que vende sus productos en espacios de arte.
Firmas de la talla de Louis Vuitton, Top-Shop y Kate Spade, y recientemente Kanye West, han incorporado este sistema de ventas para promocionar sus colecciones de temporada. Los negocios minoristas con base física también las utilizan para incrementar la venta de sus productos, lo que refleja el cambio que se está experimentando en los hábitos de compra del consumidor.
NOBE67: una pop-up diferente
Nueva York, Los Ángeles y Miami son las ciudades de Estados Unidos donde las pop-up están en pleno auge. Y precisamente en Miami se destaca NOBE67, una boutique que combina el arte con la moda como estrategia de venta. Sus piezas se exhiben en un marco de instalaciones de arte, esculturas y pinturas.
El pasado abril, NOBE67 instaló su tienda en White Dot, una galería de 3.500 pies cuadrados (unos 325 metros cuadrados) ubicada en Wynwood, un distrito artístico caracterizado por sus espacios de arte contemporáneo y por sus enormes graffitis callejeros.
Natalie Meruelo y su socia Sofía Rovirosa ofrecen allí colecciones de nuevos y destacados diseñadores como Charles Philip Shanghai, Manebi o Jimmy León.
Si bien NOBE67 nació en el 2013, sus comienzos están profundamente vinculados al crecimiento de Miami como uno de los centros de arte más importantes del mundo.
Todo empezó en el año 2009, cuando Belinda Meruelo, la abuela de Natalie, creó la primera feria de arte del barrio de NoBe (North Beach, en el norte de Miami Beach), durante la destaca feria anual Art Basel Miami Beach en SoBe (South Beach, o zona sur de Miami Beach). “Lo que quería mi abuela era traer eventos de Art Basel al norte de la ciudad”, explicó Meruelo.
Inspirada en la idea de su abuela de traer el arte a NoBe, Natalie Meruelo nombró su proyecto en el 2013 “NOBE 67 Prêt-à-Porter, la primera feria de moda de Art Basel”, le explicó a www.azureazure.com,, añadiendo: “He mantenido ese nombre -NOBE67- desde entonces y lo he centrado en la idea de que el arte es moda y la moda es arte».
NOBE67 es un concepto tan innovador de convivencia del arte con la moda que no sería de extrañar que muy pronto lo empiecen a copiar en cualquier otra ciudad cosmopolita.
«No sólo trabajamos con marcas de moda, que es lo que más nos gusta, sino que vemos muchos otros nichos donde podemos crecer y expandirnos”, indicó Rovirosa, quien agregó: “El objetivo de NOBE67 no es ser sólo un negocio pop-up temporal. Es un concepto que nos gustaría llevar a diferentes mercados de todo Estados Unidos para seguir estimulando el desarrollo de artistas y diseñadores con talento».
El futuro de las pop-up
A pesar de que las pop-up son por definición tiendas temporales, itinerantes y sin espacio fijo, en la práctica las grandes firmas y los nuevos diseñadores las han convertido en una forma exclusiva, íntima y divertida de llegar a los consumidores. Un negocio con visión de futuro. ■