La marca suiza Carl F. Bucherer, con más de 90 años de historia, acaba de inaugurar un espacio propio en The Dubai Mall, en Dubái, donde ya no falta casi ninguna firma de lujo, y otro en Interlaken, Suiza, a los pies del Grand Hotel Victoria-Jungfrau. En esta última se ha ubicado una biblioteca que compila la historia de la firma desde sus orígenes, en 1888, hasta hoy.

Por su parte, Parmigiani Fleurier instaló su flagship a fines del 2015 en el Design District, el floreciente espacio comercial y artístico de Miami. “Sentimos que Miami era el lugar perfecto para nuestra primera tienda en Estados Unidos, ya que el Design District es el nuevo destino de compras de la industria, y Miami sirve como un punto de convergencia de continentes”, señaló un portavoz de la marca suiza.

Además, a principios de 2015 la firma Parmigiani reubicó sus oficinas estadounidenses en el vecino distrito miamense de arte contemporáneo Wynwood, incluyéndole una galería y un showroom dedicado a promocionar las artes visuales.

Pero ésta no es la primera firma de relojes suiza que acaba de expandirse en el país americano. Roger Dubuis, perteneciente al grupo Richemont, dueño también de Cartier y Montblanc entre otras, ha continuado su expansión internacional con una tienda en la céntrica avenida Madison de Nueva York.

La marca, que acaba de inaugurar una boutique emblemática en la histórica Place de la Fusterie de Ginebra, tiene previsto seguir el mismo camino en Estados Unidos con un segundo espacio en Beverly Hills, California, cuya apertura está prevista para esta primavera 2016.

Por último, Tudor, la hermana pequeña de Rolex, ha abierto una tienda en la conocida Plaza de Siam de la capital tailandesa, Bangkok. Ésta es la tercera que la firma ha abierto en el sudeste asiático, pues ya disponía de otras dos en Singapur. Se trata de un espacio que combina todos los elementos del estilo de Tudor, con muebles de línea minimalista en madera negra lacada. ■