Distinción y buen gusto
Desde Louis Vuitton a Dior, y contando con marcas como Chanel, lo más prestigioso en fabricación de ropa relojería y joyería encuentra espacio en esta tienda de lujo. En sus tres pisos se exhiben selectas colecciones de calzado femenino, fina marroquinería y accesorios del más exigente gusto. Debe mencionarse que uno de los más bellos ambientes del segundo piso, denominado La neuf de lumière, es dedicado justamente a mostrar y probar el calzado para mujeres, mientras que el gran espacio art déco en la planta baja se dedica a productos de belleza y perfumería.
El universo de la lencería y de atuendos de seducción femenina cuenta con un ambiente íntimo, reservado y lujoso con asesoramiento personalizado que facilita la toma de decisiones.
Le Bon Marché cuenta con una generosa área dedicada a la elegancia masculina. El recorrido para apreciar el vestuario de hombres se realiza a través de sectores decorados con sobriedad que se vinculan de alguna manera a las distintas etapas y facetas en la rutina masculina: The Entrance, The Office, El Vestidor Galerie, el gimnasio y la biblioteca.
Un detalle exquisito es la barbería y la sección de lustre de calzado, ambos recreados al estilo tradicional. Complementan la oferta para caballeros la Cava, con más de tres mil referencias de vinos seleccionadas entre lo más selecto de la producción francesa e internacional, y el exquisito restaurante Balthazar.
Surgimiento y vigencia
En 1852, Aristide Boucicaut crea la primera tienda por departamentos del mundo, Grand Paris Le Bon Marché. Más tarde, a principios de 1875, la tienda vuelve a marcar tendencia en Europa al abrir una galería de arte puesta a disposición de pintores y escultores para que exhibieran allí sus obras y, de esa manera, atraer a un público de gustos refinados. En 1984 se convierte en la actual tienda de lujo, ubicada en esta zona elegante de París, entre cuyas paredes y vitrinas se combina lo tradicional con lo moderno en un ambiente cálido y distinguido. Desde su surgimiento, las vitrinas exteriores de Le Bon Marché Rive Gauche, con su creatividad, su capacidad de sorprender y los acostumbrados toques de humor, se han convertido en un atractivo adicional para los transeúntes.
Un paseo estético e instructivo
La galería de arte se ha transformado en uno de los puntos focales del circuito cultural parisino. Aquella idea original de atraer al consumidor con inquietudes culturales se ha hecho realidad al convertirse en sede permanente de exposiciones de artistas reconocidos y emergentes de Francia y otras regiones. Las obras se distribuyen estratégicamente en diversos espacios, añadiéndole un apreciable valor estético e intelectual a las elegantes propuestas de la Rive Gauche. ■