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Como modelo, José Acosta trabajó con diseñadores tan prestigiosos como Giorgio Armani, Salvatore Ferragamo y Pierre Cardin. Más recientemente, el joven empresario ha asumido un nuevo papel en la industria de la moda con su nueva línea de lujosos productos para hombres. El pasado mes de mayo, Acosta abrió las puertas de su atelier en la avenida Brickell, el principal distrito financiero del sur de Florida, en el corazón de Miami, donde su éxito ha sido rápido y ascendente. En su taller con vista al mar y decorado con antigüedades y obras de arte, Acosta crea diseños de alta gama y ofrece consultoría de imagen, todo en un mismo espacio donde prima la elegancia.
Acosta y su esposa, Patzy Espert, quedaron cautivados por el palpitante Miami después de unas vacaciones en familia en abril del 2014. Originario de Tenerife, la mayor de las Islas Canarias, en España, Acosta ha vivido en lugares tan diversos como Barcelona, Milán, París, Múnich, Hamburgo, Atenas y Shanghái. Espert también ha viajado mucho y ha trabajado como modelo de pasarela y estilista en varias partes del mundo. Acosta inauguró su primera tienda de haute couture, The Bauer Company, en China. La pareja vivió en Beijing durante unos diez años, pero cuando nació su hija Candela, se dieron cuenta de la necesidad de cambiar el escenario, debido a que Beijing es una de las ciudades más contaminadas de China, y del mundo.
“La primera vez que estuve en Miami de vacaciones, me enamoré de la ciudad, de su clima y de su fusión cosmopolita. Miami, con la pureza de su aire, su mar y su luz, nos ha transformado”, dice el diseñador sobre la ciudad en la que ha establecido a su familia y sus negocios y que ahora llama su hogar.
Acosta aporta un distintivo toque europeo a sus creaciones: prendas atemporales perfectamente personalizadas, hechas con las más finas telas italianas e inglesas. Confecciona camisas y trajes a medida, zapatos de los mejores cueros italianos y franceses, hechos a mano, o con pátinas aplicadas a mano, así como una selección de accesorios de seda de hechura italiana, que incluye bufandas, corbatas y pajaritas. Los productos son confeccionados en Italia y España. Los precios de sus trajes a medida comienzan en alrededor de 800 dólares, pero pueden llegar a 30.000 dólares por una mayor calidad y telas exclusivas. El calzado comienza en cerca de 300 dólares, pero el creado con pieles exóticas puede costar más de 1.000 dólares.
Mediante las consultas de imagen y la personalización de sus diseños, Acosta se asegura de que cada cliente quede a su gusto con el look perfecto. Lo toma todo en cuenta, empezando por las características físicas y la personalidad. “Cada pieza es única, hecha para cada cliente con un estilo claramente europeo. Está confeccionada en España e Italia, por maestros artesanos ―de diferentes generaciones― dedicados al arte intemporal del buen vestir. No hay dos piezas iguales, como no hay dos personas iguales”, asegura Acosta.
Los clientes de José Acosta representan una amplia gama de hombres, que incluye a presidentes corporativos, empresarios, políticos, deportistas y celebridades, que quieren lucir lo mejor posible en todos los aspectos de sus vidas: en la oficina, una gala o una boda; o simplemente, una ocasional escapada de fin de semana. Acosta también ofrece total confidencialidad a sus clientes famosos. Incluso, está dispuesto a hacer visitas a domicilio, aunque deba viajar a otros estados.
Aparte de su negocio, Acosta y Espert también son sumamente activos en causas sociales que buscan hacer un mundo mejor. A través de su organización One Suit, Many Lives (Un traje, muchas vidas), Acosta pide a sus clientes que donen sus trajes usados para quienes no pueden permitirse compras de esa envergadura. La idea detrás de la iniciativa es que el traje abrirá puertas y creará oportunidades para su nuevo propietario.
Con una verdadera pasión por el sofisticado estilo italiano y una notable atención a los detalles, Acosta lleva sus experiencias de viajes a su atelier en Miami. “Viajo a menudo a Italia, donde viví durante muchos años y donde me llené de inspiración para crear ahora nuestros diseños”, concluye Acosta. ■