El excéntrico mundo de la alta costura no es simplemente una herramienta de marketing para las grandes casas de la moda. También ofrece sueños sobre la posibilidad de acercarnos a la más pura elegancia y a la extravagancia. Esta temporada, los diseñadores de las pocas casas de alta costura seleccionadas soltaron las riendas de la imaginación con impresionantes fantasías.
Atelier Versace inauguró la Couture Fashion Week de París para la temporada otoño-invierno 2015-2016 con el tema de “El sueño de una noche de verano”, llevándonos a un país imaginario de hadas etéreas en su mejor momento. La frenética semana ―en realidad duró tres días― cerró en Roma con el desfile de Valentino, un majestuoso espectáculo en el que predominaban el color negro y los matices oscuros. Aunque Valentino acostumbra a exhibir su colección de alta costura en París, esta temporada los diseñadores de la firma Gratzia Chuiri y Pierpaolo Piccoli decidieron traerla a Roma.
También vimos la opulencia de las plumas voluminosas en Giambattista Valli, así como celebridades muy a la moda y una colección de archivo (incluso, una novia) en Chanel. Color, color y más color en Armani Privé, mientras que Raf Simons revivió las siluetas estructuradas a la perfección en Christian Dior.
En el imaginario colectivo de los espectáculos de esta temporada hubo pocos ―a saber, dos― sorprendentes motivos que reinaron de manera suprema: las plumas y las pieles, con sus orígenes, por supuesto, en el mundo de la fantasía.
Los desfiles de alta costura para el otoño-invierno 2015-2016 constituyeron un festival de sofisticadas colecciones creativas y altamente cultivadas que elevaron el mero hecho de vestir a una verdadera forma de arte. ■