Como si se tratara de un fotograma de un capítulo de Magic City, serie de TV ambientada en el Miami Beach de finales de los años 50, la colección primavera-verano 2014 de Louis Vuitton es una versión contemporánea de la moda masculina de esa década. Con motivos que rememoran la iconografía de la ropa deportiva clásica americana -pero con el lujo que le corresponde a la marca-, en el desfile se identificaron símbolos de la cultura universitaria estadounidense de clase alta, una época de espíritus jóvenes, libres y amantes de la naturaleza.
“La ropa debe mostrar la actitud que tú quieras ofrecer cada día”, comentaba Kim Jones, director de estilo de la línea masculina de Louis Vuitton. Bajo la batuta de Marc Jacobs, Kim ha realizado una minuciosa selección de prendas a las que les ha aportado una nueva visión: las cazadoras vaqueras de siempre confeccionadas con una suave gamuza azul, bandanas (pañuelos) de seda, ligeras chaquetas reversibles o clásicos zapatos realizados con pieles exóticas.
En la presentación de los accesorios, nos sentimos transportados a un viaje de costa a costa de EE.UU por carretera. Louis Vuitton nos llenó el maletero con una diversidad de bolsas hechas de un cuero flexible y ultraligero que son un híbrido entre maleta y mochila, con una pretendida visión nómada. El color caramelo predomina en estos accesorios y en las prendas clave de la colección.
La banda sonora del desfile estuvo a cargo del grupo REM, uno de los favoritos de Kim: “Tenía muchas ganas de colaborar con Michael Stipe (líder del grupo), y ésta era una colección muy apropiada para su música. Crecí escuchando sus canciones, además Michael también viste y compra en Louis Vuitton ¡Así que era perfecto!” ■