En esta novedosa línea se destacan los hijabs (velos que cubren la cabeza y el pecho) y las abayas (túnicas hasta los tobillos), que vienen en colores neutros, en negro y en beige, y están confeccionados con materiales muy livianos como la seda charmeuse y el georgette.
Estos atuendos, que tradicionalmente simbolizan el recato y la modestia de la mujer musulmana, tienen el sello indiscutible de los mega diseñadores italianos Domenico Dolce y Stefano Gabbana. En esta colección inédita han incorporado texturas y detalles como piedras incrustadas, bordados, adornos de delicados encajes y audaces estampados primaverales de rosas, limones, margaritas y lunares.
Son precisamente esos estampados de la nueva Colección Abaya: El encanto de Medio Oriente los que permiten que esta línea se enmarque en perfecta sintonía con la colección principal Primavera 2016 de los reconocidos diseñadores.
Con esta creación buscan comunicar “una historia visual encantadora sobre la gracia y la belleza de las maravillosas mujeres musulmanas”, según declararon recientemente.
El look lo completan los imprescindibles accesorios, como las gafas de sol de gran tamaño, los zapatos de tacón, las carteras estampadas y la preciada línea de joyería de cóctel de la casa.
Entre la controversia y el lucro
El nuevo lanzamiento ha sido controvertido y no ha escapado a las críticas. En las redes sociales se ha cuestionado el uso de modelos que, por “su tono de piel”, “probablemente no sean musulmanas”, así como otro tipo de comentarios bajo la línea de si realmente no se está explotando a la mujer musulmana o si no se la está incitando a la ostentación.
Sin embargo, la casa de alta costura ha recibido alabanzas por parte la prensa y de consumidoras que ya han anunciado su intención de adquirir las prendas y los accesorios especialmente creados para ellas.
Esta colección apunta a la compradora musulmana, principalmente la proveniente de estados petroleros, que ya ha estado incorporando el lujo y las grandes marcas en su tradicional vestimenta.
Más allá del debate, lo cierto es que Dolce & Gabbana tiene el corazón en el arte de la moda sin descuidar las realidades del mercado.
Los consumidores musulmanes pudientes tienen especial predilección por la ropa y el calzado de alta gama. Solamente en el 2013, gastaron US$266.000 millones, según un reciente informe de la multinacional empresa de medios Thomson Reuters, la cual estima que para el 2019 la cifra podría llegar a US$488.000 millones.
Dolce & Gabbana ha planificado con riguroso detalle su inserción en el lucrativo mercado musulmán, siguiéndole los pasos a otras conocidas marcas como Oscar de la Renta, DKNY (Donna Karan New York) y Tommy Hilfilger, entre otras, que han organizado el lanzamiento de sus colecciones de tal forma que coincidan con la celebración del Ramadán.
Recientemente, Dolce & Gabbana se ha decantado por el lanzamiento de colecciones dirigidas a seducir a clientas de determinadas regiones, como parte de su estrategia de mercado para capturar nichos como el ruso, el chino y el japonés, entre otros.
Dolce & Gabbana, sin duda, ha dado un gran paso en su deseo de satisfacer a la mujer musulmana amante de la haute couture. ■