Muchos de nuestros perros y gatos suelen causar destrozos y desorden cuando los dejamos solos en casa. El aburrimiento, la ansiedad causada por la soledad y el exceso de energía los lleva a tener este tipo de conductas destructivas y muchas veces agresivas, que resultan estresantes para toda la familia. Veamos entonces cuáles son las causas de este tipo de comportamientos y repacemos algunas soluciones posibles.
El primer año de vida de Rocky fue aburrido y triste. Los dueños dejaban al cachorrito bull terrier amarrado en el patio y no le hacían mucho caso. Por eso no fue sorprendente que cuando Carla y Sam lo adoptaron, el animal estuviera ansioso de compañía. Pronto se encariñó con su nueva familia y se mostraba irritado cuando lo dejaban solo.
Cuando Carla salía de la casa por las mañanas, Rocky corría en círculos y a veces saltaba sobre ella, agresivamente. Y cuando Carla lo reprendía o trataba de ponerle la correa, Rocky se resistía y hasta hacía intentos de morderle la mano.
Carla sólo podía salir de la casa con la ayuda de Sam. Pero él también tenía que pagar un precio. Rocky arañaba furiosamente la puerta hasta el punto de que tuvieron que protegerla con una plancha de plástico duro. La situación casi se les había ido de las manos.
Cura para un perro solitario
Cuando mis amigos acudieron al veterinario en busca de ayuda, éste no se sorprendió. El diagnóstico era claro: energía incontrolable y ansiedad por la separación. Veamos entonces cuáles fueron las recomendaciones del veterinario de Rocky, sumadas a algunas sugerencias de amigos, vecinos y de un experto y costoso entrenador.
PRIMERA PARTE. Ejercicio vigoroso a diario.
Cuando llevaron a Rocky a su nuevo hogar, lo caminaban por el barrio durante diez minutos diarios. Carla y Sam cambiaron la rutina de Rocky y lo hicieron correr al menos una hora diaria, para que la mascota pudiese descargar todo su exceso de energía.
SEGUNDA PARTE. Diversión y juegos.
Rocky necesitaba una actividad que lo hiciera olvidar lo que echaba de menos. El milagro llegó en la forma de un juguete de goma, los famosos Kong, que tienen una cavidad interior que Carla y Sam rellenaban con comida o golosina para perros.
Ese juguete es para los animales, lo que los juegos de video para los adolescentes: les fascina. Carla debía darle el juguete al salir de la casa, pero prestándole mucha atención a las raciones administradas porque si escondía mucha comida o golosinas dentro del juguete, entonces debía reducir un poco sus comidas regulares, para evitar el sobrepeso de su mascota. Para darle más diversión al ejercicio, también se puede esconder el juguete en la casa o en el exterior para que su perro experimente la emoción de encontrarlo por sí solo, toda una aventura para el animal.
Sólo quieren divertirse
Las mascotas aburridas o ansiosas suelen causar destrozos en las casas, ladran sin cesar o, como Rocky, se vuelven agresivas. La idea de que los animales necesitan un entorno con retos y excitación no es nueva. Las investigaciones revelan cuán importante es un estímulo como éste para la salud psicológica del animal. Es por eso que los zoológicos tienen pelotas de polietileno para que los felinos grandes jueguen, o troncos con pasas, miel y nueces dentro para los osos.
Esas sorpresas son esenciales para la salud y felicidad de los animales. Las mascotas tienen amplias oportunidades de comer y dormir, pero si viven dentro de la casa no siempre pueden jugar, cazar o explorar. Y si los dueños trabajan, la situación se agrava.
La misma técnica, un juguete cautivante y mucho ejercicio, también funciona para los gatos. Por ejemplo Delirio, un hermoso gato de 9 kilos, lleno de energía, mordía a sus dueños para llamar su atención. Una versión gatuna de Kong mejoró la vida de toda la familia.
En conclusión, asegúrate ejercitar diariamente a tu perro o gato lo suficiente como para que descargue todo ese cúmulo de energía contenida y déjale juguetes o actividades a realizar durante tu ausencia, para que pueda entretenerse cuando no estás en casa. ■