Históricamente, el término high tea se ha reservado para el refrigerio que se hace al finalizar la jornada de trabajo y que consiste en un plato cocinado, siempre acompañado de pan, mantequilla y té. Ahora, el Hotel Ritz-Carlton de Hong Kong, el más alto del mundo y uno de los más costosos, ha renovado el concepto de high tea y lo ha elevado a la categoría de lujo. En colaboración con la casa de joyería Graff Diamonds y el chef ejecutivo Peter Find, el hotel presenta el más fabuloso high tea servido por un mayordomo personal, quien trae un baúl lleno de obras maestras de joyería y creaciones gourmet. Un curioso binomio que mezcla la alta cocina y el arte de las piedras preciosas en un único acto. A la vez que los clientes disfrutan de las exquisiteces del chef en las lujosas suites del hotel, podrán probarse anillos de diamantes, collares, pulseras o relojes de lujo.
Entre diamantes y gemas, los más golosos podrán degustar un financier de vainilla taitiana o un delicioso turrón de avellanas cubierto de oro inspirado en los famosos diamantes de Graff, Delaire Sunrise y The Graff Pink, acompañados de una gran variedad de bebidas, entre las que destaca un champagne vintage Dom Pérignon del 2002, cafés premium y té de hojas servidos en una bella porcelana de Vera Wang.
En el selecto menú también se puede encontrar un exquisito caviar Osetra con salmón ahumado rosa, foie gras salteado con manzana, chocolate cremoso con trufas negras y panna cotta de vainilla con nido de golondrina y cubierto con pan de oro, servido en vajilla de plata de Christofle. Todo ello se puede combinar con un Louis Roederer Cristal Brut del 2004 o media botella de Chauteau d’Yquem Sauternes de 1998 servidos en cristalería de Baccarat.
Si después de esta experiencia de exaltación de los sentidos usted quiere continuar viendo joyas o acabar de decidirse por alguna, podrá acudir al piso 103 del hotel, donde se encuentra la jojería Graff Diamonds. “En Graff no seguimos tendencias, hacemos lo que hacemos y eso es lo que hace una pieza de Graff tan especial”, afirma Arnaud Bastien, presidente y director general de Graff Diamonds Asia.
Una firma de joyas única en la artesanía de sus piezas ha logrado, junto a la mano maestra del chef Peter Find, crear un momento de deleite único: una experiencia de lujo en cada bocado, en cada sorbo o en ese sutil roce del diamante con la piel. Una experiencia que quedará para siempre en la memoria. ■