El Restaurante Bareiss, con tres estrellas de la exigente Guía Michelin y escenario de las meticulosas creaciones del chef Claus-Peter Lumpp, es uno de los más prestigiosos de Alemania.
Enclavado en el hotel del mismo nombre, está ubicado en el municipio Baiersbronn-Mitteltal de Schwarzwald, la región alemana también conocida como Selva Negra.
Al prestigio del restaurante han contribuido también el talento y el esfuerzo de Thomas Brandt como maître y los conocimientos del premiado sumiller Jürgen Fendt, siempre listo para dar sus recomendaciones pero con un oído abierto para descubrir los deseos de sus clientes.
Fendt tiene su propio viñedo, donde los aprendices del Bareiss adquieren una valiosa experiencia, de primerísima mano, en el ámbito de la viticultura.
Durante sus años de formación, Claus-Peter Lumpp, quien es toda una celebridad en Alemania, estudió en la escuela del famoso y mediático chef francés Alain Ducasse e inmediatamente se destacó por su profesionalismo y buenas artes.
Estas enseñanzas le sirvieron para convertirse en un experto cocinero que combina con maestría la elegancia y la calidad, pues en sus creaciones son muy importantes los productos de temporada y la frescura de todo lo que entra en su cocina.
Curiosamente, Lumpp fue cocinero en el Bareiss tras finalizar sus estudios y, años después, en 1992, regresó para asumir la dirección del restaurante, consiguiendo la tercera estrella Michelin en 2007.
La culinaria que presenta Lumpp es de corte clásico, armonía destacable y una fuerte y evidente influencia francesa, atendiendo ante todo a los sabores, colores, matices, cocciones y diferentes consistencias, lo que convierte una comida en el Bareiss en una gran experiencia culinaria para la que hay que tomarse su tiempo y abrir los sentidos.
El comedor, perfectamente atendido por Thomas Brand, posee una decoración fina y opulenta donde el punto de atracción real es un enorme jarrón de flores situado en el centro de un comedor en el que no hay más de ocho mesas.
En el Bareiss es fácil sentirse inmerso en un mundo diferente, pues no se oye el ajetreo del hotel y el silencio es la marca de la casa. La vajilla, cubertería, porcelana y cristalería son, por otro lado, de gran presencia.
La carta del restaurante Bareiss ofrece un mundo de sensaciones en sus variados menús degustación. Destacan platos tan bien ejecutados como el rape gratinado con ensalada, piñones, endivia y vinagreta de vinagre dulce; la terrina de hígado de ganso; las vieiras gratinadas con crema de cebollino y caviar imperial -un bocado espectacular- o el maravilloso rodaballo con pan frito y mantequilla de trufas.
Magníficos postres y una buena selección de licores alemanes y champagnes franceses darán un perfecto contrapunto a una jornada irrepetible en el restaurante Bareiss de la Selva Negra, uno de los espacios naturales más bellos, frondosos y cautivadores de la región.
Copyright fotografías: Hotel y restaurante Bareiss ■