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Sopa de ajo cremosa
No se deje engañar por la simplicidad de los ingredientes, los sabores que salen de aquí son en realidad bastante complejos. Esta sopa de ajo en crema es maravillosa para un almuerzo, sobre todo con un trozo de pan frito encima, cubierto con un huevo escalfado. Para las cenas elegantes, las guarniciones pueden ser delicadas: foie gras cortado en cubitos, caviar sobre blinis o trozos de langosta a la parrilla. Si lo sirve antes de un suculento guiso de carne, tendrá una cena de invierno maravillosa.
Ingredientes [6 u 8 porciones]
1 cabeza de ajo pelado
2 litros de caldo de pollo hecho en casa
1 rebanada de pan de hogaza blanco con las cortezas cortadas en dados
1 taza de crema de leche
Sal y pimienta recién molida
En una olla pequeña llena de agua hirviendo, escalde el ajo durante unos minutos. Retire con una espumadera y repita. En una cacerola, combine el caldo de pollo y el ajo. Ponga a hervir a fuego medio. Cocine hasta que el ajo esté suave, aproximadamente 10 minutos. Añada el pan y lleve a ebullición. Agregue la crema y revuelva hasta que esté caliente. Sazone con sal y pimienta y retire del fuego. Trabaje la sopa en la licuadora hasta que quede suave. Sazone al gusto con sal y pimienta. Póngalo en una olla limpia para mantener el calor. Servir caliente.
Sopa de cebolla española
Esta sopa es sensacional para alimentar multitudes. Se puede preparar con días de antelación y calentar antes de servir. Suelo servirla seguida de pollo asado y una ensalada verde aunque a veces la hago como plato único. Se puede elaborar con un solo tipo de cebolla o combinando varias, cebolla española y cebolla oscura, aunque hay que darles tiempo para caramelizar, endulzarse y adquirir la tonalidad caoba. Es mejor que la salsa de tomate sea casera y que el pan no sea recién hecho. También es necesario un caldo casero o comprado, pero de muy buena calidad. Esto le da otro punto, al igual que los quesos artesanales. Ha de servirse caliente, con el queso hirviendo por encima.
Ingredientes [8 porciones]
4 cucharadas de aceite de oliva
4 cebollas grandes, en rodajas finas
2 dientes de ajo, en rodajas finas
½ taza de vino blanco
1 baguette en rebanadas delgadas
4 tazas de salsa de tomate
1 libra de queso manchego fresco rallado (queso semiblando)
1 taza de queso manchego curado rallado (queso duro)
4 tazas de caldo de carne
Sal y pimienta recién molida
En una sartén grande, caliente el aceite de oliva hasta que esté humeante. Agregue las cebollas y el ajo y cocine hasta que las cebollas estén caramelizadas y adquieran un dorado oscuro (unos 20 minutos). Añada el vino blanco y deje cocer hasta que esté casi evaporado, raspando el fondo de la sartén para eliminar todos los goteos. Sazone con sal y pimienta. Precaliente el horno a 350 grados. Con una cuchara, extienda la mitad de la salsa de tomate en una fuente refractaria. Ponga suficientes rebanadas de pan para cubrir la parte inferior. Extienda la mitad de la cebolla sobre el pan. Cubra con la mitad del queso fresco. Repita de nuevo la misma operación acabando con una capa de salsa de tomate. Esparza el queso manchego curado en la parte superior. Vierta el caldo en el recipiente hasta que cubra la mezcla y deje reposar hasta que el pan absorba el caldo, unos 20 minutos. Hornee hasta que la superficie esté dorada y la salsa hierva, unos 30 minutos.
Puré de verduras para cada día
Cuando se avecina una semana complicada y tengo la nevera llena de verduras de temporada, suelo elaborar este puré que dura hasta el viernes. Es una comida rápida y perfecta y se convierte en una cena ideal para cuando llego tarde a casa. Además, las sopas caseras evitan que coma otras cosas que no son tan saludables. Los ingredientes de este puré varían dependiendo de la temporada. A veces, son zanahorias, brócoli, lechuga y patatas. Otras veces, combino coliflor y manzanas. Eso sí, prefiero limitar a dos los ingredientes principales para no confundir sabores. A veces utilizo una o dos verduras asadas para darle solidez y un toque dulce. Si queremos un sabor más delicado, hay que hacerlo con verduras salteadas o hervidas.
Hacer la sopa en el procesador de alimentos le da una consistencia más espesa, mientras que la licuadora hace las sopas finas y aterciopeladas. Para los ingredientes fibrosos difíciles de triturar, la licuadora dará mejores resultados. Siempre hay que trabajar el puré en lotes y llenar la licuadora o procesador de alimentos sólo hasta la mitad; de lo contrario, el vapor sube a la superficie y la máquina se puede quemar o estallar y montar un lío enorme en la cocina. Utilice un guante de cocina o una toalla para mantener la tapa en su lugar con mayor seguridad. Esta es una receta diseñada para la improvisación. Por ejemplo, cuando el ingrediente fuerte son las zanahorias, añado un poco de jengibre con las cebollas. Para coliflor, añado peras y brócoli. Estas sopas de verduras aguantan varios días en la nevera y algunos meses en el congelador.
Ingredientes [6 porciones]
4 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla pequeña, pelada y cortada en cubitos
2 dientes de ajo, pelados y picados
½ taza de vino blanco
3 tallos de apio, pelado y cortado en cubitos
3 libras (total) de 1 o 2 verduras: zanahorias, brócoli, coliflor o calabacín
1 patata pequeña, pelada y cortada en cubitos
6 tazas de caldo de pollo hecho en casa o caldo de verduras
1 hoja de laurel
Sal marina y pimienta recién molida
En una olla, calentar el aceite de oliva a fuego medio-alto. Agregue las cebollas y el ajo y sofría hasta que estén suaves y translúcidos; sazone ligeramente con sal marina. Añada el vino blanco y deje cocer hasta que se evapore. Agregue el apio y saltee hasta que esté blando, de 6 un 8 minutos. Agregue las verduras, cocine unos 5 minutos. Agregue el caldo y la hoja de laurel y sazone con pimienta. Suba el fuego y deje hervir. Reduzca el fuego a intensidad media y cocine a fuego lento hasta que las verduras estén muy blandas, unos 30 minutos. Retire y deseche la hoja de laurel. Trabaje en grupos, haga el puré en una licuadora o procesador de alimentos hasta que esté muy suave. Páselo por un colador si es necesario y póngalo en un recipiente limpio para mantener caliente hasta que esté listo para servir.
Sopa de champiñón con estragón y aceite de trufa
El buen aspecto del que carece esta sopa, lo compensa con el sabor. Y además, si añade un montoncito de estragón fresco y unas gotas de aceite de trufa, resultará elegante y absolutamente deliciosa. Sírvala en tazones decorativos y adórnela con algo crujiente, como jamón serrano frito o picatostes caseros. He versionado este plato con una sola especie de hongo y también usando una mezcla de Portobello, shiitake, ostra y botón.
Ingredientes [6 porciones]
2 libras de champiñones enteros, de la misma variedad o de diversas clases, bien limpios
4 cucharadas de aceite de oliva
2 tazas de hojas de estragón fresco, además de unas ramitas para adornar
5 dientes de ajo pelados
1 cebolla amarilla mediana, pelada y cortada en cubitos
4 tallos de apio, cortados en cubitos
½ taza de crema de leche
½ taza de queso parmesano
1 cucharada de aceite de trufa negro (o más, al gusto)
Vino blanco seco para adornar
Croutons caseros
Sal marina y pimienta recién molida
En una olla grande, caliente 1 cucharada de aceite de oliva a fuego medio-alto. Agregue los tallos de los champiñones reservados y saltee hasta que adquieran un color marrón claro, unos 5 minutos. Agregue a la olla 1 diente de ajo y 1 taza de hojas de estragón, sofría hasta que estén fragantes. Agregue 8 tazas de agua y lleve a ebullición. Baje el fuego y cocine a fuego lento hasta que el líquido se haya reducido a 6 tazas, unos 20 minutos. Colar el caldo por un colador fino y desechar los restos sólidos. Reserve. En una olla limpia, caliente el aceite de oliva restante a fuego medio-alto. Agregue el ajo restante, la cebolla y el apio y saltee hasta que estén blandos. Añadir las setas, sazonar generosamente con sal marina y pimienta recién molida y sofreír hasta que estén ligeramente doradas. Añadir el caldo de hongos reservado y las hojas de estragón restante y llevar a ebullición. Bajar el fuego y cocinar a fuego lento hasta que los champiñones estén tiernos, unos 20 minutos. Pase la sopa por la licuadora en tandas hasta que quede suave y póngala en un recipiente limpio. Añadir la crema de leche y el queso parmesano. Pruebe y ajuste la sazón. Rocíe el aceite de trufa en la sopa poco a poco, probando después de cada adición. Adorne con ramitas de estragón.
Sopa de picadillo
Esta clásica sopa andaluza es mi versión familiar de la sopa de pollo. Es la que se les da a los niños cuando no se encuentran bien y la que se toma en Cuaresma como una cena ligera. Asegúrese de utilizar un caldo de excelente calidad, si no está haciendo el suyo propio. En las cenas elegantes sirvo la sopa en delicadas tazas de consomé.
Ingredientes [4 porciones]
6 tazas de caldo de carne de vaca hecho en casa o envasado (bajo en sodio)
4 lonchas de jamón serrano suavemente picado
1 pechuga de pollo, cocido y finamente picado
3 huevos duros muy picados
½ taza de Fino Jerez seco
2 cucharadas de menta fresca picada
Vierta el caldo en una olla grande y lleve a ebullición a fuego intenso. Reduzca a fuego medio y añada el jamón, el pollo, los huevos duros, el jerez y las hojas de menta y cocine a fuego lento hasta que se caliente (unos 10 minutos). Servir en tazas de consomé.
Sopa de camarón y cangrejo al curry
La sopa de camarón y cangrejo al curry es uno de mis platos favoritos para convidar y deleitar totalmente a mi público. Cuando se trata de bufetes elegantes la hago con camarones y, si se trata de un grupo pequeño, añado cangrejo al final de la cocción, lo que supone un detalle de lujo. Si opta por la versión ligera de leche de coco, le saldrá un caldo un poco más fino que con la variedad regular. Sirva esta sopa con arroz de jazmín mullido y con aderezos como una variedad de chutneys de mango, cebolletas en rodajas, piñones tostados y astillas de almendra.
Ingredientes [6 u 8 porciones]
3 cucharadas de aceite de oliva
1 cebolla amarilla grande, pelada y cortada en cubitos
2 dientes de ajo, pelados y picados
1 cucharada de chile en polvo
1 cucharada de cúrcuma
1 cucharada de curry en polvo
1 cucharada de cilantro
1 pimiento amarillo con la membrana y cortadas en dados
1 libra de granos de maíz blanco, frescos o congelados
1 taza de caldo de pollo hecho en casa o en conserva
1 taza de leche de coco
1 libra de camarones pelados y desvenados
1 libra de carne de cangrejo
Sal y pimienta recién molida
En una olla grande, caliente el aceite de oliva a fuego medio-alto. Agregue la cebolla y el ajo y sofría hasta que estén transparentes. Agregue el chile de curry en polvo y la cúrcuma y revuelva para cubrir bien con el aceite hasta que estén fragantes. Agregue la pimienta y saltee hasta que adquiera un tono brillante, unos 3 minutos. Agregue el maíz y el caldo de pollo, revolviendo entre cada adición. Lleve a ebullición, reduzca el fuego y cocine a fuego lento durante unos 10 minutos. Añadir la leche de coco y los camarones. Suba el fuego y vuelva a hervir. Cocine a fuego lento de 5 un 8 minutos, hasta que los camarones se vuelvan rosas. Añada la carne de cangrejo y sazone con sal y pimienta. Sirva caliente. ■