En una pequeña compañía cervecera artesanal de la ciudad de Chicago se produce una de las cervezas más exóticas del mundo a partir de la tradicional receta alemana de pilsner, pero con la particularidad de contar con ralladura de trufas negras australianas como ingrediente.
La producción de cervezas artesanales de autor es una tendencia gourmet mundial que le ha permitido a los maestros cerveceros desplegar toda su creatividad y conocimientos para elaborar cervezas únicas e irrepetibles.
Como sucede con otras bebidas tradicionales como el vino, el tequila o el gin, la cerveza artesanal ofrece una vastísima variedad de aromas y sabores diferentes, diseñados hasta en el más mínimo detalle por sus creadores. Se obtienen en cada ocasión bebidas de gran personalidad que no sólo resultan refrescantes, sino también perfectas para la degustación y para acompañar los más sofisticados platos gourmet.
Esta es la premisa que tomó Jared Rouben al fundar la compañía cervecera Moody Tongue, con el objetivo de producir bebidas que interpretasen las bondades de sus ingredientes, a partir de un proceso de elaboración artesanal donde la materia prima fuese siempre de la más alta calidad.
Rouben es un joven chef formado en la Universidad de Washinton y en el Instituto culinario de Nueva York, quien supo trabajar en importantes cocinas estadounidenses como la del restaurante neoyorkino de tres estrellas Michelin Per Se y el Martini House del valle de Napa, de una estrella Michelin. Toda esta experiencia de primer nivel lo condujo a la reflexión de que los mismos principios aplicados a la alta cocina podían ser trasladados a la producción de cervezas.
Su filosofía empresarial es descrita como “producción cervecera culinaria”, “culinary brewing” en inglés; método que se basa en tres fundamentos principales:
• Rastrear y conseguir los mejores ingredientes posibles.
• Dominar las técnicas de cómo manipular dichos ingredientes para explotar al máximo sus sabores y aromas.
• Conocer a la perfección cuál es el momento indicado en cada receta para incorporar dichos ingredientes.
El ejemplo más perfecto de esta filosofía de producción es su cerveza de estilo pilsner que incluye ralladura de trufas negras australianas, la Shaved Black Truffle Pilsner. Cada año se producen unas 500 botellas de 22 onzas (650 cm3) de esta cerveza, y su lanzamiento genera tanta expectativa que su comercialización se realiza a partir de una lotería con la cual se determina quienes serán los afortunados clientes que podrán comprarla.
Se trata de una bebida muy aromática que permite disfrutar del sabor de la trufa negra por periodos prolongados a lo largo de toda la degustación, complementada a la perfección con la malta tostada típica de la pilsner alemana.
La Moody Tongue Shaved Black Truffle Pilsner es una cerveza de alta gama, de unosUS$120 por botella, que invita a conocer nuevos aspectos de la cervecería de autor, ofreciendo una alternativa excepcional a la hora de maridar los más elaborados platos gourmet.
La producción de cerveza artesanal de alta calidad es una nueva tendencia a tener en cuenta por todos aquellos que disfrutamos de la gastronomía de alto nivel. ■