No es fácil cuidar del bienestar de los hombres que comen en casa cuando la base del menú son la carne y las patatas. Pero sólo tengo un objetivo innegociable: hacer una comida tan deliciosa que ni siquiera sospechen que lo que están comiendo es ligero y saludable.
El último grito en alimentación sana es suprimir el almidón y (tal y como le intento inculcar a mi marido) evitar todo lo que es de color blanco: patatas, pasta, azúcar, pan y harina. No es que yo sea una experta en nutrición, pero me resulta muy lógico que todo aquello que está muy procesado, no debe de ser muy saludable. Si bien soy una firme defensora de hacer dieta cuando uno está en casa, lo cierto es que un régimen bajo en carbohidratos, permite comer en público y en cualquier restaurante, llegado el caso, sin tener que estar preguntando el número de calorías o el porcentaje de grasa de un plato. Por otro lado, el aceite de oliva, la crema de leche, la carne y la posibilidad de tomar una copa de vino son la parte amable de esta dieta.
Para este almuerzo y teniendo en cuenta mis propias ideas sobre alimentación (que pueden no ser las suyas) voy a preparar un gratinado de berenjenas, tomates y calabacín en capas, con una sabrosa salsa de perejil, albahaca y ajo. Se cocina la berenjena en láminas durante diez minutos en el horno. Luego se añaden capas de calabacín y tomate en láminas, y se añade la salsa de perejil, albahaca, ajo y aceite de oliva. Después se cubre con queso parmesano rallado y se hornea a 350 grados durante aproximadamente una hora. Así, las verduras liberan su jugo y se impregnan con aroma de ajo. Este plato también es delicioso para cenar con un huevo escalfado encima. Sólo tiene que hacer pequeñas hendiduras en la capa de queso y echar un huevo crudo cuando falten diez minutos de horno.
La carne picada de res extra magra se mezcla con cebollas salteadas, salsa inglesa, sal y pimienta. Siempre se puede añadir un huevo y perejil fresco picado para hacer la carne más jugosa. Después se hacen hamburguesas grandes, del tamaño de un puño, pero no más, porque entonces quedarán duras. Se pueden freír los filetes en una sartén grill, pero una sartén plana o una barbacoa son también perfectas. Hay que freír con el aceite muy caliente al principio para que las hamburguesas adquieran un tono dorado y luego se baja el fuego y se tapa la sartén para que se haga por dentro (al punto que se quiera). A mí gente le gusta la carne muy cruda, por lo que de seis a ocho minutos por cada lado resulta perfecto. En otras ocasiones, cuando no esté contando calorías, puede usar una carne más jugosa que, además, va soltando su propia grasa a medida que se cocina y conserva todo su sabor. Sirva los filetes cortados y acompañados de una variedad de mostazas. Pero, por favor, preséntelas en pequeños cuencos o platitos y deje los frascos con las etiquetas escondidos en la cocina.
Para el postre, he elegido una ensalada de fruta fresca servida en melones cantaloupe vacíos. Haga la ensalada con kiwis, fresas, piña, melocotones y ciruelas…etc. En realidad cualquier fruta de temporada es excelente y puede agitar la fruta con zumo de naranja y unas hojas de menta. Si no ha utilizado su dosis de alcohol durante el almuerzo, agregue a la ensalada de frutas unas cucharadas de Cointreau o un licor de naranja.
Debo decir que este menú es tan sabroso y sensacional que los hombres de su vida ni siquiera se darán cuenta de que se trata de una “comida light para hombres que comen”.
Berenjenas gratinadas
Ingredientes [6 porciones]
1 berenjena grande o 2 medianas, cortadas en rebanadas de ¼ de pulgada
4 calabacines medianos, cortados en rodajas de ¼ de pulgada
1 cebolla española grande, cortada en rodajas de ¼ de pulgada
3 tomates grandes, cortados en rodajas de ¼ de pulgada
1 taza de perejil picado
1 taza de hojas de albahaca picada
2 dientes de ajo picados
¼ taza de aceite de oliva
¼ de taza de queso parmesano, rallado
Precaliente el horno a 400 grados. Coloque las verduras en una sola capa en las bandejas para hornear por separado (o hágalo en lotes) y espolvoree ligeramente con aceite de oliva y sal. Cueza en el horno durante unos diez minutos hasta que apenas se ablanden. Baje la temperatura del horno a 350 grados. Mientras tanto, coloque el perejil, la albahaca, el ajo, una pizca de sal y aceite de oliva en una licuadora hasta que quede suave y mezclado. En una fuente de horno, coloque las berenjenas superpuestas en una capa, añada el calabacín de la misma forma y cubra con la salsa de albahaca y el perejil. Agregue los tomates y cubra con la cebolla. Espolvoree con queso parmesano rallado y cueza en el horno durante 15 o 20 minutos hasta que los jugos hiervan y el queso parmesano esté dorado. Sirva caliente. ■