Foto: Olga Sapegina. / 123RF Stock Photo.
Una cafetería.
Pacte un menú de patatas fritas con queso fundido, bagels tostados, verduras a la plancha, sandwich club de pavo, batidos de leche, refrescos de cereza, y pudín de chocolate. ¡Muy años cincuenta!
El paseo marítimo entarimado.
Reúnanse para un buffet de algodón de azúcar y una ronda de skee-ball.
Una galería de arte.
¡Sirva crostinis de queso de cabra! A Andy Warhol le encantaría.
Un barco.
Alquile un yate (muy al estilo de Steven Spielberg). Sólo tiene que llamar a un club náutico local o algún muelle de navegación. Por lo general hay barcos para alquilar por un día.
La casa de los padres.
Siempre es mejor que la propia.
La bolera.
¡No olvide repartir calcetines!
Una suite de hotel.
En dos palabras: ¡guerra de almohadas!
La pista del aeropuerto.
Para mirar los despegues.
¡El club de campo, querida!
Viva Las Vegas.
¡A disfrutar del casino!
Alrededor de la piscina, en la playa o en un patio trasero.
Traiga chanclas, sirva las bebidas en piñas, valore contratar a un masajista y repartir botellas de agua.
La cima de una montaña.
Alquile un espacio excelente.
Una casa que esté a la venta.
Alguien que está tratando de vender su casa puede estar interesado en alquilarla por una noche.
Un moderno loft totalmente blanco.
Un estudio fotográfico.
Por lo general son espacios grandes y abiertos que resultan excelentes para decorar.
Una casa de alquiler; hay mansiones, fincas, apartamentos que están disponibles únicamente para fiestas.
Por lo general vienen equipadas con mobiliario y un tipo de decoración por el que cualquiera mataría.
Un cine.
Con la invitación, envíe bolsas de papel llenas de dulces y palomitas de maíz para microondas.
Una obra en construcción (puede enviar cascos con la invitación).
Sólo asegúrese de que el lugar no es una zona de guerra en riesgo inminente de accidentes. Todos los invitados podrán presumir y afirmar “yo estuve allí primero”.
Una tienda (fuera de horario); un ambiente distendido en el que tomar una copa y comprar.
Tenga cuidado: alcohol y compras pueden ser una mezcla muy peligrosa. Lara e Isabel organizaron las fiestas de inauguración de las tiendas de Jimmy Choo, Sergio Rossi, Dunhill, Hugo Boss, Cartier, Louis Vuitton y Express.
Asalte una tienda de antigüedades y muebles para incluir en la decoración.
Un gimnasio de boxeo.
Proyecte la película Rocky, si es posible.
Un espacio de oficina.
Sin duda, se trata de enviar faxes, archivar y trabajar duro durante el día, pero por la noche, puede transformarlo poniendo una cuerda de terciopelo delante de la sala de conferencias, una bola de espejos, velas y alcohol.
Un estudio de arte o artesanía.
¿Dónde sino se puede pintar cuadros, trabajar con arcilla y tomar una cerveza fría?
La azotea de su edificio de apartamentos, un hotel (¡la azotea cubierta del Townhouse en Miami, tiene camas de agua!).
Frente a un lago.
Que haya botes de remos y un guitarrista para poder cantar a coro.
Un parking, una pista de patinaje o una pista de carreras de karts.
Un club de mini golf.
David & Buster o cualquier sala de videojuegos.
El ambiente puede resultar cursi, pero puede añadir su propio je ne sais quois.
Una tienda de dulces. ■