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Las recetas de chimichurri en Argentina deben ser tantas como la cantidad de personas que aman el arte de asar carnes a la parrilla. Todas tienen una base en común, pero son distintas. Algunas, que además se usan para sazonar, son más saladas; otras, más aromáticas, y también están las picantes.
Los orígenes de la salsa de chimichurri, que se expandió por todo el mundo, son realmente tan inciertos como su etimología. Hay quienes aseguran que la palabra nació entre los prisioneros británicos que se quedaron en Argentina tras las invasiones inglesas a las colonias españolas del Río de la Plata, a principios del siglo XIX. De acuerdo a esta versión, los ingleses solicitaban el condimento inventado en tierra argentina diciendo «che, mi curry» o «che, mi salsa». Como la preparación no tenía nombre, ellos la llamaban curry porque usaban esta especia india para sazonar las carnes -una constumbre que adquirieron en sus colonias en India-, y le agregaban la típica interjección argentina “che”. Sin embargo, lo más cómico de la historia es que el condimento argentino no llevaba ni lleva curry.
Otros historiadores afirman que fue un inmigrante irlandés llamado James McCurry quien creó un aderezo líquido al no encontrar en ese rincón de América nada parecido a la famosa Worcestershire o salsa inglesa. El diminutivo del nombre (Jimmy) junto a su apellido (Curry) habría dado origen al ahora popular chimichurri.
Más allá de las historias, lo importante es que este condimento ligero tan popular en Argentina cruzó las fronteras y hoy es utilizado en distintos países y con la impronta de cada cultura gastronómica.
¡Manos a la obra!
El modo de preparación del chimichurri argentino es muy sencillo. Por lo general, se recomienda dejarlo listo algunas horas antes del asado, para que los sabores se puedan amalgamar mejor.
Hay quienes lo utilizan directamente sobre las carnes cuando se colocan en las parrillas, y también los que prefieren utilizarlo de aderezo directamente en el plato, cuando la comida está servida.
El chimichurri sirve tanto para aderezar carnes rojas como blancas (en el pollo asado va muy bien), aunque es infaltable en un buen filete o una costilla de res o en un cordero a la llama.
Hace muchos años, la industria de la gastronomía se hizo eco de este manjar en forma de salsa y hay muchas empresas que lo comercializan en todas sus variantes, desde las más aromáticas a las picantes.
En realidad, no es necesario ir a un supermercado cuando se planea asar carnes. Se puede hacer en casa y con pocos ingredientes. ¿Se animan?
Para la receta tradicional del chimichurri se necesita:
-Dos dientes de ajo
-Una hoja de laurel
-Orégano seco
-Ají molido
-Pimentón
-Perejil fresco
-Aceite
-Vinagre
-Sal y pimienta
Primero es necesario picar finamente los ajos y colocarlos en un frasco o salsera. Después se le añade el orégano seco (una cucharada sopera), el ají molido (una cucharadita o más de acuerdo al gusto), el perejil picado, el pimentón (una cucharadita), la hoja de laurel, dos cucharadas de vinagre y seis de aceite. Luego sal y pimienta.
Es necesario dejarlo reposar al menos dos horas. Lo ideal es tener la salsa de chimichurri preparada desde el día anterior al que lo utilices en la carne. Para conservarlo bien y hasta por una semana, les recomiendo dejarlo en el refrigerador.
A esta receta se le pueden agregar otros ingredientes, claro. Todo dependerá del gusto de cada asador. ¡A prepararlo!