A continuación, les mostramos cuatro de los mejores vinos malbec argentinos, producidos en la Denominación de Origen Mendoza. Sin duda, creaciones amables, sabrosas, expresivas, complejas y elegantes.
Famiglia Bianchi Reserva Malbec 2012
BODEGA: Casa Bianchi
El prestigioso Tropheé, la máxima distinción que otorga la Unión de Enólogos de Francia, concedió a este vino el premio al mejor tinto seco del mundo en el 2014. De color rojo violáceo oscuro, con aromas netamente afrutados a ciruela madura y compota de ciruelas con baño de chocolate, tiene un final de toques de cerezas maduras. Posee notas dulces provenientes de la barrica de roble francés, con interesantes notas especiadas. En la boca es intenso y persistente, logrando una total conjunción con los aromas.
Primeras Viñas Malbec 2011
BODEGA: Lagarde
Considerado como uno de los vinos más selectos de Mendoza, es de color rojo oscuro con tintes violáceos y aromas a fruta roja fresca, coco y vainilla con algunas notas mentoladas y de las especias del roble de las barricas. En la boca tiene una entrada suave y aterciopelada, es jugoso y untuoso, pero no empalaga, y su final perdura largo tiempo. Un vino cautivador ideal para acompañarlo con carnes rojas asadas como ojo de bife o los garrones de cordero.
Lindaflor La Violeta Malbec 2009
BODEGA: Giménez Riili
De color rojizo intenso, al acercarlo a la nariz se produce una explosión de aromas a tierra, frutos negros como las moras, café torrefacto, chocolate negro, regaliz y toques tostados de la barrica. En la boca se reproducen fielmente esos aromas y resulta brioso, pues envuelve el paladar de fruta y toques ahumados. Posee un final que perdura gracias a su gran equilibrio. Ideal para una barbacoa veraniega y único cuando es acompañado de unas aceitunas negras griegas Kalamata.
Viña Cobos Bramare Malbec 2010
BODEGA: Viña Cobos
Elegante malbec de intenso color rojo y reflejos violetas que, al acercarlo a la nariz, imprime perfumes dulces y frutales. En la boca, envuelve el paladar con exquisitos sabores a frutos rojos y negros, tabaco y regaliz. Los taninos dulces y su notable untuosidad añaden complejidad y estructura a su composición, conduciendo a un largo e intenso final. ■