Hablar de una gran compañía vitivinícola familiar como Hugel & Fils es referirse a una de las bodegas con más solera del Viejo Continente. Su historia comenzó en el siglo XVII, cuando el joven Hans Ulrich Hugel se instaló en Riquewihr, una localidad de la Alsacia, Francia, en el límite con Alemania, que estuvo en disputa durante siglos y que por entonces se encontraba totalmente asolada tras la Guerra de los Treinta Años.
En 1639, Hugel tomó el mando de la Corporations des Vignerons, una asociación de productores de vinos, y en 1672 sus hijos construyeron una gran casa en la calle Cordiers y pusieron en su puerta el escudo de armas de la familia, origen de la actual imagen corporativa de la firma Hugel & Fils.
Durante los siglos XVIII y XIX, los enólogos de Hugel se distinguieron por el cuidado meticuloso que aportaron a los viñedos, pues la recolección de las uvas se hacía y se hace desde entonces de forma manual.
Por otra parte, no olvidemos que en Alsacia se llevan cultivando vides desde hace más de 2.000 años, una actividad económica que ha aportado una gran prosperidad a la región, considerada como una de las zonas vitivinícolas con el mejor clima de Europa, lo que permite que las uvas maduren lentamente. Esto dio origen a unos vinos secos y aromáticos de gran fineza e intensidad, una combinación perfecta para la mayoría de las cocinas orientales y asiáticas y, por supuesto, para ser disfrutados con una selección de quesos franceses o un buen foie-gras.
En 1902, Frédéric Emile Hugel dejó la antigua propiedad familiar para instalarse en el centro de Riquewihr, que aún sigue en pie como centro de mando de la bodega. La familia Hugel puso, en ese momento, las bases para el renacimiento de los vinos de cosecha tardía y de selección de vinos nobles.
Hoy en día, la familia Hugel, que ya va por su duodécima generación, posee una superficie de 30 hectáreas, ubicadas exclusivamente en Riquewihr, donde sólo existen variedades de uvas nobles como riesling, gewurztraminer, moscatel, pinot gris y pinot noir, con más de 35 años de edad.
La totalidad de cada vino se embotella en primavera para preservar su frescura y carácter. La producción de Hugel alcanza un promedio de 110.000 cajas al año, de las cuales cerca de un 90 por ciento se exporta a más de 100 países. Pero quizás sea en Europa donde más pueden verse sus vinos, especialmente en las cartas de los restaurantes con más estrellas Michelin. También son muy apreciados en las cenas oficiales de organismos internacionales, como en la de la última cumbre de la OTAN en Estrasburgo, Alsacia.
Los vinos Hugel, con sus distintivas etiquetas amarillas, expresan el puro carácter varietal de unas uvas que no permiten disfraces, ni edulcorantes, ni juegos fatuos. La familia Hugel fue pionera en la crianza de vinos de Alsacia, de cosecha tardía de uvas muy maduras,y de selecciones de uvas afectadas por un hongo noble, como las especialidades Vendange Tardive y Sélection de Grains Nobles, respectivamente.
Si usted todavía no ha probado un vino de Hugel & Fils, no se preocupe, pues podrá encontrarlos en las mejores tiendas gourmet.
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