Hay 55 puntos de venta repartidos por el mundo, de modo que quizás haya tenido la suerte de probar las delicias de la marca británica Hotel Chocolat. Cuenta la leyenda que los fundadores buscaban una plantación de Cacao en el Caribe para comprarla y que cuando vieron Rabot Estate, en la Isla de Santa Lucía, supieron inmediatamente que ése era el lugar.
Piscina Infinity en Club Boucan.
Situada a 1000 pies sobre el nivel del mar, a las afueras de la antigua capital francesa Soufriere, en la costa sur, el complejo ofrece unas vistas perfectas de las montañas Twin Piton. Un lugar en el que la naturaleza, las plantaciones y, por supuesto, el chocolate se unen para crear una experiencia única para el viajero.
“Estamos en la plantación de cacao más antigua y ofrecemos la oportunidad de plantar semillas de cacao y crear su propia bebida de chocolate”, explica Serena Fidgett, de Hotel Chocolat. Ya sea tomando un Bellini de cacao en la piscina o degustando aleta de atún al pesto de cacao, los adictos al chocolate encontrarán mil maneras de regocijarse con su ingrediente favorito.
1. Club Boucan. / 2. Piscina en Club Boucan. / 3. Restaurante Boucan. / 4. Restaurante Boucan.
El hotel cuenta con seis casas que rodean un patio ajardinado con vistas al Petit Piton y ocho grandes estancias de lujo con balcones privados desde los que disfrutar las montañas y el océano. Aunque aun se están acabando las obras, la próxima novedad será el Cocoa Juvenate Spa. Haciendo de nuevo un buen uso de las semillas de cacao, repletas de minerales y antioxidantes, el spa ofrecerá masajes relajantes, mascarillas y tratamientos faciales en unas cabinas con exuberantes vistas tropicales.
1. Masaje de cacao. / 2. Platos con cacao en el restaurante Boucan. / 3. Interior.
Boucan, el elegante restaurante del resort, se enorgullece de cocinar únicamente vegetales frescos y mariscos de la isla. Sus deliciosos e irrepetibles platos ya se han convertido en los favoritos del lugar. Pero la mejor parte de su estancia en el Hotel Chocolat podría ser la oportunidad de descansar en la interminable piscina mientras contempla las impresionantes vistas de la isla, considerada la más bella de las Indias Occidentales. Eso no tiene precio. ■