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En Giapo Haute Ice Cream en Nueva Zelanda, podrías hacer cola por 45 minutos o más para recibir un cono pintado de oro, de textura aterciopelada, cubierto en moras, bañado por una nube de merengue tostado y coronado con bayas.
Cuando visité esta famosa institución en Auckland, la ciudad más metropolitana del país, el cálido personal de la heladería caminaba con bandejas llenas de muestras de helado mientras yo esperaba por mi cono. Esos increíbles sabores fueron más que suficientes para despertar mi apetito y esperar el premio mayor.
Esta heladería de autor ha aparecido en Vogue, Vanity Fair, Forbes, Frommer’s Travel Guides, Eater, Buzzfeed, Lonely Planet, y Huffington Post, entre otras publicaciones. Fundada hace más de 10 años por Giapo Grazioli y su esposa, Annarosa, el arte culinario aquí toma la tradición del helado italiano y le da un giro firme e inesperado. La creatividad y el deseo de explorar nuevos territorios hicieron de este lugar uno de los talleres de helados más innovadores del mundo.
Considere estas joyas comestibles, las Tiffanys del frío y cremoso mundo de los postres, que se distinguen de otras cadenas de heladerías, como Carvel.
Los helados de Giapo son obras maestras que atraen incluso a aquellos que no soportan las fotos de alimentos que inundan las redes sociales. Sin embargo, estos no son simples trucos de Instagram sin sustancia.
Todos los ingredientes, excepto la vainilla de Madagascar, son neozelandeses, me dijo el personal. El helado se prepara todos los días desde cero, solo con leche orgánica de Nueva Zelanda. Naturalmente, el menú cambia según las estaciones y la disponibilidad de los ingredientes. Y también hay opciones para veganos y alérgicos al gluten.
Puedes optar por algo dulce o salado en esta carta: mi compañero pidió un helado de aguacate cubierto con semillas de sésamo y una lluvia de soja balsámica, que estuvo disponible la primavera pasada. Más recientemente, podías encontrar el helado Hot Chips in a Cone, que incorpora chips de Agria cortados a mano (papas fritas, para algunos de nosotros) en un cono especial junto con el helado de su elección.
Si buscas algo contundente, puedes seleccionar la emblemática Auckland Sky Tower, o ponerle un cono al Parāoa Parai, el pan tradicional de los aborígenes maoríes. Arma tu propia creación sencilla o date rienda suelta con de pan de la India con chocolate y leche. Los sabores destacan la producción local, como el helado de plátano y leche de oveja Central Otago con arroz crujiente y mantequilla de maní, o el tradicional helado de galleta afgana, que se inspira en la galleta tradicional neozelandesa con chocolate y copos de maíz. Veganos y omnívoros aventureros disfrutarán el tamarillo (que tiene la apariencia de un tomate Roma y ligero sabor a guayaba) y piña con trigo sarraceno y macadamia.
Visitar Giapo es una experiencia sorporendente e interactiva una vez que llegas al frente de la fila, donde puedes profundizar en el menú guiado por el personal. Es como una cata de vinos. Los anfitriones expertos se toman su tiempo contigo, ofreciéndote una bandeja de muestras y una discusión en profundidad sobre tus gustos y preferencias. Para cuando hayas preparado el helado de tus sueños, puede llegar a costar más de $40.
Vale la pena. Después de todo, esta no es simplemente una heladería. Giapo alberga un estudio de diseño donde se fabrican o se prueban modelos tridimensionales por docenas hasta que los «aspirantes a artistas» estén contentos con los resultados, dice Giapo.
Los huéspedes pueden inscribirse en clases maestras o probar la experiencia Chef’s Table. Los límites están hechos para romperse en este laboratorio de postres. El equipo de Giapo está investigando una forma de hacer brillar el chocolate, utilizando bacterias bioluminiscentes, como parte de un estudio en asociación con la Universidad de Auckland.
«Estoy continuamente buscando nuevas emociones. Me inspira la libertad «, dijo.■