Barolo, de la región del Piamonte, en el noroeste de Italia, es uno de los mejores y más reputados vinos italianos y, junto con los clásicos de la región toscana, el Chianti Classico y el Brunello di Montalcino, conforma lo más representativo de la industria vitivinícola del país.
La pequeña ciudad de Barolo, en el corazón de la región de Langhe, tiene las características ideales para producir este vino apetecido en las mejores mesas del mundo. Gracias a su patrimonio agrícola, que se remonta a dos milenios; a su clima cálido, moderado por las montañas y el mar, y a su suelo de cultivo, a base de arcilla de piedra caliza rico en marga, sus vinos tintos tienen la combinación deseable de cuerpo y elegancia. Las uvas nebbiolo con las que se elabora el Barolo producen vinos refinados, con taninos firmes y una acidez controlada que le confieren la calidad de un aperitivo amable a la vez que noble.
Giacomo Borgogno & Figli es una de las casas productoras de este vino más antiguas de Italia y tiene más de 250 años de historia en la localidad de Barolo. Fue fundada en 1761 por Bartolomeo Borgogno, aunque la familia cita como fecha oficial el 1848, año en que se documentó la venta del primer vino. Las historias de Italia y de Borgogno se entrelazan desde hace mucho tiempo. Remontándonos a 1861, cuando Italia se estableció como el país que conocemos hoy en día, el vino Barolo Borgogno fue el elegido para brindar en la celebración oficial de la unificación. Luego, en 1886, fue el vino seleccionado para honrar la visita oficial a Italia de Nicolás II Romanov, zar de Rusia.
Desde comienzos del siglo XX, Cesare Borgogno dirigió la hacienda y fue el responsable de la tradición de conservar parte de las mejores cosechas y de almacenarlas en las bodegas durante casi 20 años. La colección de los vinos Barolo más añejos se ha preparado con diligencia desde antes de la Segunda Guerra Mundial. Hoy por hoy, Giacomo Borgogno & Figli es una de las pocas bodegas del Piamonte que dispone de una colección de añadas clásicas del vino Barolo que abarca más de cinco décadas. El fundo las reedita periódicamente para darles a los coleccionistas la oportunidad única de comprar y disfrutar de cosechas históricas. El Borgogno Gran Reserva, por ejemplo, está hecho con las mejores cosechas (que aún están disponibles en el mercado): 2006, 2005, 2004, 2003, 2000, 1998, 1997, 1996, 1988, 1985, 1982, 1978, 1967 y 1961. La cosecha de 1961 se vende por US$800 en tiendas de vinos exclusivas.
Las bodegas Borgogno siempre han sido una parte importante de la historia de Langhe. En la segunda mitad de la década de 1950, las antiguas bodegas fueron remozadas, y en 1967 la compañía adoptó su nombre actual de Giacomo Borgogno & Figli. Ida, la nieta de Cesare Borgogno, y su marido Franco Bochis, administraron la empresa que luego pasó a manos de sus hijos, Cesare y Giorgio.
En el 2008, Giacomo Borgogno & Figli fue adquirida por la familia Farinetti, que en el 2009 realizó una extensa renovación de esta histórica bodega. Actualmente, cuenta con una tienda de degustación y venta que da la bienvenida a visitantes de todo el mundo en el corazón del famoso pueblo para que puedan apreciar los 250 años de historia de la gran finca.
La firma Giacomo Borgogno & Figli, con otros dueños, continúa el legado de producción del fino Barolo, basado en siglos de excelencia. ■