A fuerza de empeño, talento y grandes dosis de tesón, la bodega Château Mouton Rothschild de Burdeos se ha labrado una merecida fama como una de las mejores del mundo.
Las bodegas y viñedos de Chateau Mouton Rothschild.
La bodega está situada en la zona productora de Pauillac, en la región francesa de Médoc, al noroeste de Burdeos, lugar donde elaboran su legendario y famoso vino homónimo cuyas carísimas añadas son vendidas en muchas ocasiones antes de ser embotelladas.
Su calidad hace honor a la reputación de Burdeos, donde se elaboran algunos de los mejores vinos del mundo, y ejemplo de la perfecta comunión entre el sabio trabajo del hombre y la ventaja de labrar unos terruños excepcionales que producen viñas ejemplares.
La historia de Château Mouton Rothschild comenzó en 1853, cuando Nathaniel de Rothschild, miembro de la rama inglesa de una noble familia europea, adquirió una finca que ya en 1234 producía vinos.
1. Vista exterior del Chateau.
2, 3. Interior del Chateau.
4. El gran salón de las barricas.
Durante muchos años, a pesar de la calidad cada vez más reconocida de sus elaboraciones, la hacienda despertó poco interés entre sus diferentes propietarios, hasta el punto que la bodega sufrió de abandono durante un largo período. Pero, en 1922, el barón Philippe de Rothschild, de apenas 20 años de edad, tomó en sus manos el destino de una bodega a la que dedicaría toda su vida.
Philippe de Rothschild, legendario banquero, piloto de Grand Prix y artista, fue un visionario que inmediatamente percibió que el futuro de Château Mouton Rothschild estaba en el vino embotellado, algo no muy usual en aquellos momentos ya que la bebida se vendía entonces generalmente a granel.
A partir de 1934 comenzó a numerar las botellas y, desde 1945 hasta hoy, las etiquetas del vino Château Mouton Rothschild son diseños exclusivos de grandes artistas como Marc Chagall, Vassily Kandinsky, Pablo Picasso y Andy Warhol, entre otros. Estas pequeñas obras de arte en forma de etiquetas pueden ser vistas en el museo que hay instalado en la bodega.
El barón falleció en 1988 y su única hija, la baronesa Philippine de Rothschild, se hizo cargo de la empresa, compartiendo la responsabilidad de la bodega con sus tres hijos Camille, Philippe y Julien, hasta su fallecimiento el pasado año. Actualmente, Château Mouton Rothschild es sinónimo de excelentes vinos, entre los que se destaca su buque insignia: el mítico y valorado Château Mouton Rothschild, una creación que se elabora desde los años 30 del pasado siglo con uvas de viñedos Premier Cru de las variedades cabernet sauvignon, merlot y cabernet franc.
Se trata de un vino elegante, que muestra el arte del coupage, de color denso y opaco, casi negro, con un brillo muy atractivo y aromas refinados y complejos a frutas como las grosellas negras, las moras y las cerezas, con toques de café, cedro, especias, cuero y flores. En la boca revela suntuosos sabores a fruta madura con recuerdos a chocolate y vainilla Un vino de los que no existen por su perfección, acabado y redondez, una joya de la vitivinicultura que hay que probar si se ama el vino.
Château Mouton Rothschild es un referente internacional de calidad que ha traspasado las fronteras para convertirse en uno de los vinos franceses más apreciados y codiciados en el mundo. ■