Gracias a la llegada de una nueva generación de chefs, el menú portugués se renueva en un interesante conjunto de nuevos restaurantes que realzan una ciudad de por sí inolvidable.
Déjense llevar por azureazure a Lisboa, la ciudad mansamente bañada por el río Tejo, porque queremos descubrirles una rica culinaria ahora beneficiada con un necesario toque de creatividad.
Nuestro periplo gastronómico tiene que comenzar por uno de los mejores restaurantes de la ciudad: Bel Canto, dirigido por esa gran estrella de los fogones portugueses que es José Avillez.
Junto a su equipo, Avillez considera a la alta cocina como una forma de expresión artística en la que se comparten inspiraciones, emociones e inquietudes. Alimentos ecológicos, de estaciones, presentados de forma artística, caracterizan a un restaurante con dos estrellas Michelin que muestra sus aptitudes en dos sugerentes menús degustación.
Aquellos que deseen conocer la impronta de Avillez dirigida a una clientela joven y cosmopolita y ávida por conocer nuevas propuestas gastronómicas, pueden visitar us otros restaurantes: Cantinho do Avillez, Mini Bar, Pizzaria o Café Lisboa.
En el restaurante Alma, situado en el número 15 de Rua Da Anchieta en el corazón del barrio de Chiado, el chef Henrique Sá Pessoa, uno de los grandes innovadores de la nueva cocina portuguesa, propone una culinaria imaginativa y respetuosa con el producto original.
Muestra de ello son platos deliciosos como el lomo de bacalao con puré de frijol y su vinagreta, anchoas tempura y tomates secos o el entrecot de ternera con verduras asadas, caviar de berenjena, ensalada de berros y polenta con aceitunas. No deje de ver una carta que sugiere algunos de los mejores vinos de Portugal.
Parada obligatoria en nuestro viaje es Peixara da Esquina, del chef Vitor Sobra, uno de los cocineros más famosos de Portugal, que ha publicado una veintena de libros de cocina y es inspiración para los nuevos cocineros.
Allí los pescados y mariscos son tratados con un punto de modernidad que incluye sorprendentes elementos dulces y picantes. Maravilloso e imperdible el rodaballo marinado con aceite, limón, flor de sal, chili, arándanos y tomates confitados.
Casa de Pasto es el restaurante de Diogo Noronha, enfant terrible de la cocina portuguesa que, tras pasar varios años en Estados Unidos trabajando codo con codo con el chef Thomas Keller, regresó a Lisboa para convertirse en un adalid de la modernidad con una cocina arriesgada y de autor que traspasa los límites establecidos.
Su estilo es evidente en platos, a primera vista desordenados pero asombrosos, como los garbanzos con ternera, que se cuecen durante más de 10 horas y que se acompañan con yogur, mermelada de berenjena, almendras y limón confitado. Presten atención a un restaurante decorado de tal forma que no extrañaría lo más mínimo encontrarse con el director de cine español Pedro Almodóvar gritando: ¡Corten!
Y por último, les sugiero un lugar donde el vino es eje fundamental, aunque, como no podía ser de otra forma, la cocina también tiene su protagonismo. Me refiero a The Sommelier Lisbon Restaurant, un proyecto audaz e innovador en el centro de Lisboa, inaugurado en el 2014, que combina la alta cocina con la posibilidad de poder probar 80 de los mejores vinos de Portugal por copas.■