Para escapar del acoso policial, cambiaron de sitio y de nombre en tres ocasiones, hasta que finalmente encontraron su lugar definitivo en el 21 de West 52nd. Street.
Años más tarde, en la década de los 30, ya derogada la prohibición del consumo de bebidas alcohólicas y con el nombre de “21”, alcanzó su éxito total. Eran tiempos en que era habitual reservar una mesa y tener sentado al lado al legendario actor Humphrey Bogart o al beisbolista y ex esposo de Marilyn Monroe Joe DiMaggio, que era un fanático de su Chicken Hash, o ver al magnate griego Aristóteles Onassis fumándose un puro y pidiendo la 21 Burger, un plato que aún hoy está en la carta.
El Club 21 es uno de los clubes más selectos, conocidos y representativos de Nueva York.
Además, en algunos de los tres bares y restaurantes que aloja en su interior se han rodado escenas de filmes como Manhattan Murder Mystery, If Only, con Michelle Pfeiffer y George Clooney, y también algunos momentos de la icónica serie Sex and the City.
El Bar Room sorprende por su increíble colección de juguetes que cuelgan del techo así como por recuerdos de estrellas famosas del deporte, de presidentes de los Estados Unidos, de actores y de conocidos empresarios. Su menú propone una típica cocina estadounidense con ciertos guiños de modernidad, que puede ser acompañada por cervezas artesanales de barril y por algunos de los excelentes vinos de su galardonada carta.
El Bar 21 & Lounge es ideal para un almuerzo frugal o para comer un bocado acompañado de algunos de sus exclusivos cócteles, mientras observa a su alrededor a lo más selecto de la beautiful people neoyorquina o se sosiega junto a la chimenea con un whisky de malta escocés durante los crudos días de invierno.
Por su parte, el restaurante Upstairs at 21 dispone de 11 salas privadas, decoradas con muy buen gusto, para celebrar fiestas privadas en grupos de 10 a 200 invitados. Si desea celebrar una boda o cualquier otro evento, le ofrecen un lujoso espacio con capacidad para 400 comensales.
Un lugar que no se puede perder es su bodega, que dispone de un amplio comedor rodeado por más de 2.000 botellas únicas que datan de la época de la Ley Seca.
Hoy en día, y después de más de 80 años, este famoso club sigue siendo uno de los rincones más simbólicos de una ciudad única. Un club que no se puede dejar de visitar y en el que, sobre todo, hay que dejarse ver. ■