La última gran tendencia de las casas de moda de primer nivel es probar suerte en el negocio de la gastronomía, ya sea con sus propios restaurantes o incorporando este tipo de espacios en sus tiendas más selectas.
Se trata de lugares que se convierten en verdaderos templos de la sofisticación, donde se pone especial cuidado en la perfección en cada detalle, desde la decoración, la luz y el atuendo de los camareros, hasta la vajilla, los diseños de las cartas y la presentación artística de los platos.
Éstos son tres de los restaurantes más selectos, en cuya impronta se percibe el sello personal de tres grandes firmas de la moda internacional: Ralph Lauren, Dolce & Gabanna y Giorgio Armani.
Ralph’s
173, Boulevard Saint-Germain, París
El diseñador norteamericano Ralph Lauren ha situado su restaurante en la planta baja de un antiguo hotel en el privilegiado Distrito 6 de París, el mismo edificio del siglo XVII en que el diseñador tiene su boutique parisina. El sitio es amplio y elegante. Combina perfectamente el típico estilo estadounidense con ese punto francés de elegancia clásica que todos esperamos encontrar en un lugar tan exclusivo. Destaca en el ambiente el porte, la prestancia y los ademanes de sus camareros, que más parecen modelos sacados de una pasarela de moda de Londres o Nueva York. La decoración del restaurante nos remonta a un club de polo británico en el que priman los paneles de madera oscura y las pinturas con temas de caza, los almohadones de telas nobles y las sillas de montar de cuero que adornan las paredes. El lugar es cómodo y acogedor, con un aire propio de los Hamptons. Pero la joya de la corona de Ralph’s es su hermoso patio comedor. Las mesas de hierro forjado minuciosamente arregladas con bellos manteles blancos y flores frescas son el complemento apropiado para un lugar de lujo en pleno centro de París. Su menú es un testimonio de la rica variedad gastronómica de Estados Unidos: langosta de Maine, cangrejo de Maryland, carne de buey Angus y filetes de ternera de la propia hacienda de Ralph Lauren en Colorado, destinados exclusivamente para este restaurante en París. Muy buenos postres y una carta de vinos franceses excelentemente seleccionados completan la propuesta de un restaurante tan exquisito como seductor.
Gold de Dolce & Gabbana
Via Carlo Poerio, 3. Milán
Selecto restaurante ubicado en una de las calles más emblemáticas de Milán. Es el sitio perfecto para degustar una auténtica cocina siciliana con reminiscencias internacionales. Pero también es el lugar obligado para ver y dejarse ver, pues Gold es frecuentado por la gente más atractiva y bella de la ciudad mundial de la moda. Su diseño es una maravilla: brillante y glamuroso, con predominio del dorado, que es el tono perfecto para combinar con el cuero blanco y las enormes lámparas de araña de cristal veneciano. En este refugio exclusivo y sofisticado en una ciudad mundana como Milán se pueden degustar platos de la tradición siciliana preparados con sumo cuidado por el chef Claudio Arciglione: Buñuelos de bacalao, salsa de mosto de uvas cocido y mermelada de cebolla roja, risotto al azafrán, salsa de tinta de sepia y huevos de salmón salvaje, pechuga de pato, puré de patatas violetas y patatas fritas a la vainilla son algunas de sus suculentas propuestas gastronómicas. Gold cuenta además con el bar Martini, en el que podrá tomarse un cóctel con el estilo de los años dorados de la Dolce Vita, la película del genial Federico Fellini.
Armani Ristorante
717 5th Ave, Nueva York
No se puede imaginar una ubicación mejor para un restaurante de lujo que la Quinta Avenida de la cosmopolita ciudad de Nueva York. Y si a ello se le une que el restaurante lleva el apellido de una leyenda de la moda como Giorgio Armani, el éxito y el glamour están asegurados. Armani Ristorante está ubicado en el último piso del edificio que ocupa la moderna boutique de Armani en pleno corazón de la Gran Manzana, al cual se accede mediante un ascensor privado desde la calle. La decoración, que estuvo a cargo del propio Armani junto a los arquitectos Doriana y Massimiliano Fuksas, es muy parecida a sus diseños: elegante, discreta, sofisticada y realmente refinada. El chef que dirige todo el entramado culinario es Roberto Deiaco, un italiano con una amplia experiencia en los mejores fogones de Europa. Ofrece una cocina del norte de Italia con ciertos toques de creatividad muy logrados. Sus platos son siempre como pequeñas obras de arte. Los tagliolini con langostinos, champiñones y trufas negras son una experiencia verdaderamente sublime. De postre nada mejor que el bombolini acompañado de un rico chocolate y crema limoncello. En realidad, no tiene sentido destacar un plato sobre otro porque en Armani Ristorante todo es suculento, desde los entrantes y la selección de pan, hasta los aperitivos, las carnes y los pescados. ■