Carme Ruscalleda se mantiene fiel a una filosofía “que apuesta por valores gastronómicos modernos, creativos, naturales y saludables”. Tiene claro que su éxito se sustenta en la cultura mediterránea.
En cuanto vio la oportunidad, Ruscalleda compró el local que había enfrente del colmado, un edificio señorial de 1881, para montar allí su primer restaurante, Sant Pau, en el que de forma autodidacta ha ido incorporando nuevas técnicas e imaginación para elaborar sus menús a partir de los productos estacionales del Maresme (que es como se conocela costa barcelonesa de aquella zona).
Desde 1991, con la primera estrella Michelin, acumula seguidores y reconocimientos. Además, hoy en día es una referencia dentro de la reputada cocina catalana. “Es muy gratificante para todo el equipo que me acompaña ver crecer el prestigio de nuestra marca. Los éxitos nos motivan e ilusionan para continuar trabajando en ofrecer una gastronomía especial, particular y excelente”, afirma.
Carme Ruscalleda se mantiene fiel a una filosofía “que apuesta por valores gastronómicos modernos, creativos, naturales y saludables”. Tiene claro que su éxito se sustenta en la cultura mediterránea: “Es el motor de inspiración para que fluya nuestra creatividad aunque también hay influencias de la cultura japonesa dado que hace más de diez años que trabajamos con ellos”.
En efecto, tras consolidar enla sociedad gourmet su restaurante Sant Pau de Sant Pol de Mar, en abril de 2004 Ruscalleda inauguró un nuevo espacio gastronómico en el centro de Tokio. Con el mismo nombre y estética, aplica su conocimiento a los productos frescos japoneses. Para ella, ambas cocinas ligan a la perfección. “Tanto la cocina mediterránea como la japonesa” —explica— “defienden los productos frescos y estacionales para lograr una armonía y un equilibro en cada receta. El objetivo de ambas cocinas es ofrecer sabores limpios, bellas presentaciones y valores saludables, por esta razón nos encanta combinar las dos culturas”.
El Sant Pau de Tokio, cuenta además con una bodega con más de 350 vinos de toda España y, con sus dos estrellas Michelin, es ya una referencia en el competitivo mundo de la gastronomía japonesa. Su tercer restaurante está en Barcelona y forma parte del Hotel Mandarin Oriental, uno de los más lujosos de la ciudad condal. Se inauguró en 2009 y es ya uno de los restaurantes de referencia en Barcelona.
Autora de diferentes publicaciones para acercar a todos los públicos la cocina, Ruscalleda acaba de finalizar un libro con 50 recetas a partir de 10 variedades de arroz diferentes. Mientras, viaja de Tokio a Barcelona para innovar en sus espacios y enseñar a nuevas generaciones de cocineros: “Les digo: ésta es una oportunidad fantástica para tu vida profesional, trabaja con el mejor producto, motiva a tu staff para que sea fiel a nuestra filosofía culinaria, trabaja sin pereza y con honestidad y la sociedad gourmet te compensará con su fidelidad”. ■