Bodegas Portia, ubicadas en la región vitivinícola de Ribera del Duero en Castilla y León, España, son una de las siete prestigiosas bodegas del Grupo Faustino, una corporación empresarial líder en la elaboración de vinos de alta gama y en la gestión de bodegas de Denominación de Origen en España.
La nueva generación del Grupo Faustino presentó en la Denominación de Origen Ribera de Duero un proyecto renovador que es, a la vez, un claro exponente de la filosofía actual de este emporio familiar: combinar la experiencia de más de 150 años en el cultivo de viñedos y en la elaboración y crianza de sus vinos con una enología moderna y vanguardista. Con ese propósito, se contrató al famoso arquitecto británico Norman Foster, a quien le fascinó la idea de diseñar y proyectar una bodega en España, una tierra que adora.
Las Bodegas Portia tienen una edificación que merece la pena conocer por su belleza conceptual, pero también por sus vinos
Un motivo básico para la elección de Foster es el estilo práctico y funcional que caracteriza la obra del arquitecto, esencial para la construcción de una bodega pensada para elaborar vino en condiciones óptimas, manteniendo un riguroso respeto por el medio ambiente y la naturaleza. El edificio fue inaugurado en el año 2010 y, en el 2011, para premiar la primera incursión de Foster en el mundo del vino, el arquitecto recibió el prestigioso galardón Riba Awards, otorgado por el Royal Institute of British Architects.
Las Bodegas Portia tienen una edificación que merece la pena conocer por su belleza conceptual, pero también por sus vinos. Elaboran cuatro premiadas propuestas de gran calidad con la afamada uva tempranillo: Ebeia Roble, Portia Crianza, Portia Prima y Triennia.
La ubicación de las bodegas se convierte en un elemento estratégico de este proyecto, ya que el edificio está situado en una colina, de manera que parte de sus elementos más importantes están enterrados de forma natural. Estructurada con hormigón, madera, acero y vidrio, las bodegas de 12.500 metros cuadrados (134.549 pies cuadrados) están organizada en tres plantas, con un diseño en forma de estrella, cuyos tres brazos corresponden a las distintas zonas de elaboración, fermentación y crianza del vino.
Su centro, en el que se encuentra la tolva receptora de las uvas recolectadas, actúa también como punto de coordinación e incluye tienda, sala de cata, auditorio, salón de reuniones y cafetería. Las áreas que contienen las barricas y los botelleros están parcialmente enterradas para favorecer el envejecimiento del vino, mientras que la zona de fermentación se encuentra expuesta para favorecer la liberación de dióxido de carbono.
Otro de los aspectos más novedosos del edificio es el concepto de “bodega transparente”. Las grandes cristaleras que forman parte de su diseño permiten que los visitantes vean todos los procesos de producción a la vez que disfrutan del paisaje exterior. Por otra parte, las Bodegas Portia organizan visitas guiadas con degustaciones de sus vinos y llevan a cabo cursos de corte de jamón ibérico, cuyo resultado será finalmente maridado con algunos de los mejores vinos de la compañía.
Para los más aventureros, hay recorridos en globo aerostático alrededor de la Ribera del Duero, una experiencia personalizada en la que el cliente sólo deberá relajarse y descubrir un mundo de sensaciones alrededor del vino, la arquitectura y la naturaleza. ■