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Entre la más selecta variedad de alimentos, el caviar es el rey. Su origen etimológico hunde sus raíces en la palabra persa khag-avar que significa “generador de huevas”. Los persas fueron el primer pueblo que consumió las huevas del pez esturión de manera regular. Tenían la creencia de que el caviar potenciaba la fuerza y la resistencia física. Se sabe que en la Grecia clásica era exportado desde el territorio que hoy ocupa la actual Crimea, pues era un artículo de lujo demandado y consumido por las élites. Los romanos incluso llegaron a atribuirle al caviar propiedades medicinales y curativas.
Siglos más tarde, este primoroso manjar desapareció de las mesas durante los oscuros y tortuosos años de la Edad Media. Al parecer fueron los pescadores rusos quienes lo redescubrieron en el siglo XII, convirtiéndose en un alimento sencillo y fuente de proteínas para el castigado campesinado durante lustros.
El papa Julio II, conocido como “el Papa guerrero”, artífice del famoso fresco de la Capilla Sixtina junto al gran artista Miguel Ángel, era un gran gourmet que veneraba el caviar. Fue él quien consiguió su rango actual de exclusividad y excelencia al introducirlo en las ceremonias reales de toda Europa.
Almas es un caviar con personalidad propia. Es un producto muy complejo, lleno de matices, para paladares que buscan las sensaciones del auténtico caviar iraní.
En el siglo XVII, el consumo de las celebradas huevas de esturión se incorporaba al lujo y la opulencia. Durante esta época, Pedro I el Grande, la figura más prominente de toda la dinastía de los zares rusos Romanov, fue conocido por su pasión por estas pequeñas huevas que degustaba a enormes cucharadas.
En la actualidad —con el esturión a punto de extinguirse— el caviar blanco tiene un estatus de delicatessen: caro, exclusivo y escaso. Esta variedad proviene del esturión beluga albino, que vive en el mar Caspio, principalmente en aguas poco contaminadas de Irán. Aunque este pez suele vivir más de 100 años, existen muy pocos de su especie, ya que la falta de melanina es un trastorno genético que afecta a pocos ejemplares de la especie. Este es el motivo de que sus huevas se hayan convertido en el alimento más sofisticado y caro del mundo.
Las huevas son de color blanco y se obtienen de ejemplares de más de 100 años de edad. Cuanto mayor es el esturión, más elegante, suave, aromático y delicioso es su sabor, y mayor su textura esponjosa. El caviar más caro y selecto es la variedad denominada Almas, que en ruso significa “diamante”, cuyo precio es equivalente al de la costosa piedra al que debe su nombre.
Almas es uno de esos artículos que no se encuentran a la venta en cualquier lugar. Para adquirirlo, tendrás que acercarte hasta una de las escasas y selectas tiendas de Caviar House & Prunier, el único lugar del mundo donde está a la venta. Su elegante diseño lo convierte en un regalo único: viene servido en un recipiente metálico bañado en oro de 24 quilates. ¿Su precio? Un kilo puede costar alrededor de $25,000.
Almas es un caviar con personalidad propia. Es un producto muy complejo, lleno de matices, para paladares que buscan las sensaciones del auténtico caviar iraní elaborado bajo los procesos más tradicionales, propios de un alimento tan raro.
Estas huevas ofrecen una textura suave en boca dejando registros muy largos e intensos de sabor a nueces y crema. Un caviar pleno de sabores finos, elegantes y complejos, gracias al siempre delicado proceso de salazón. Todas estas características consiguen crear una delicatesen digna de un rey.
Para consumir este producto de tan elevada presencia, lo más aconsejable es servirlo solo, frío y preferiblemente en un recipiente no metálico, generalmente de vidrio, con hielo en su base para mantener su temperatura. No se recomienda utilizar recipientes de plata u otro metal por el posible sabor metálico que se podría transferir.
Otro consejo esencial es servirlo sobre la tostada, rebanada de pan, blinis o galleta, sin aplastarlo. Y no es necesario acompañarlo con mantequilla ni agregarle zumo de limón.
Los más puristas sobre la materia opinan que un vodka helado es uno de los mejores acompañamientos que puede tener un buen caviar, aunque lo más extendido, por regla general, es cortejarlo con un buen champán francés. ■
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