En medio de una de las peores crisis económicas de la historia de la modernidad, Bill Gates y Warren Buffett presentaron la iniciativa filantrópica The Giving Pledge (La Promesa de Dar). “The Giving Pledge es un esfuerzo por ayudar a la sociedad en los problemas más urgentes, invitando a las personas y familias más ricas del mundo a que se comprometan a dedicar más de la mitad de su riqueza a la filantropía o a obras benéficas, ya sea durante su vida o después de su muerte”. Así resumieron su iniciativa el inversionista Warren Buffett y el dueño de Microsoft Bill Gates, en el verano del 2010, cuando dieron a conocer la organización al mundo entero. Dos de las mayores fortunas del planeta querían arrimar el hombro para ayudar en un momento económico muy delicado, y no sólo eso, sino que instaban convencer a todos los multimillonarios de los Estados Unidos que hagan lo mismo.
Buffett y Gates consideran que crear un grupo de personas que hagan pública su intención de donar la mayor parte de su fortuna ayudará a inspirar a otros multimillonarios a hacer lo mismo y a hablar de forma abierta sobre la filantropía. Al mismo tiempo, esperan que The Giving Pledge se convierta en un foro en el que los participantes puedan intercambiar ideas y conocimientos sobre cómo donar dinero de la forma más eficiente posible.
La primera llamada de Buffett y Gates tuvo una buena acogida entre los estadounidenses más ricos. Cuarenta familias y millonarios individuales se unieron a la causa. La gran mayoría procedía de California, aunque también se contó con representantes de 13 estados diferentes, con fortunas surgidas de distintas actividades económicas. Entre ellos se encontraban por ejemplo Michael Bloomberg; Thomas S. Monaghan, fundador de Domino’s Pizza; el cineasta George Lucas; el magnate del sector hotelero Barron Hilton; Ted Turner, fundador de CNN y Larry Ellison fundador de Oracle, etc.
Algunos de ellos ya habían prometido públicamente donar la mayor parte de su fortuna, pero igualmente se unieron a esta nueva iniciativa, que no exige que el dinero vaya destinado a una asociación o causa benéfica concreta. Tampoco las motivaciones de cada uno de los multimillonarios para adherirse a la causa tenían que ser las mismas. Por ejemplo, David Rockefeller, célebre banquero estadounidense de origen alemán y patriarca de la conocida familia Rockefeller, escribió lo siguiente en la carta en la que explicaba por qué se unía a The Giving Pledge: “Nuestra familia cree firmemente que aquellos que se han beneficiado al máximo del sistema económico de nuestra nación tienen la responsabilidad especial de devolver este beneficio a nuestra sociedad de una manera significativa”.
Por su parte, Gerry y Marguerite Lenfest hablaron de la importancia de sentirse bien con ellos mismos. Lenfest hizo su fortuna cuando vendió su compañía de televisión por cable a Comcast en el 2000, una operación con la que ganó 1.200 millones de dólares: “El mayor logro en la vida es llegar a respetarte a tí mismo, y donar tu riqueza y que esto tenga un impacto positivo en los demás, te ayuda a ganarte ese respeto”, comentaron en la carta de motivación.
La revista Forbes calculó que estos primeros 40 integrantes estadounidenses de The Giving Pledge podrían donar en el momento de la adhesión unos 150.000 millones de dólares para fines filantrópicos, teniendo en cuenta las fortunas que acumulan cada uno de ellos.
El proyecto de Buffett y Gates no se ha detenido en las fronteras de Estados Unidos. De hecho, han logrado que se sumasen a la iniciativa fortunas de todo el mundo. Multimillonarios de Australia, Alemania, India, Malasia, Rusia, Sudáfrica, Ucrania y el Reino Unido ya forman parte del proyecto.
Richard y Joan Branson, propietarios de Virgin; John Caudwell, inversionista británico; Andrew Forrest, magnate del sector minero australiano; el gestor de fondos de inversión Christopher Hohn; el magnate de las telecomunicaciones británico Mohamed “Mo” Ibrahim; el magnate del sector minero sudafricano Patrice Motsepe; el inversor ucraniano Victor Pinchuk; Hasso Plattner, fundador de la compañía alemana SAP; Vladimir Potanin, fundador de la entidad rusa Oneximbank; Azim Premji, fundador de Wipro Technologies; David Sainsbury, político y hombre de negocios británico y Vincent Tan Chee Yioun son solo algunos de los nombres que se han sumado a la iniciativa.
Aunque de distintas nacionalidades, el objetivo de estos filántropos sigue siendo el mismo. “Sé perfectamente que una persona puede mantenerse a sí misma y a su familia con la ayuda de tan sólo un poco de dinero, y esto nos hace muy conscientes en casa de que, cuando uno es bendecido con grandes riquezas, tienes la responsabilidad moral y social de dar buen uso a ese dinero”. De este modo, Vincent Tan Chee Yioun explicaba en una carta por el que se incorporaba al proyecto.
Con este grupo de filántropos internacionales y los nuevos estadounidenses que se han unido a la causa, The Giving Pledge ya cuenta con más de un centenar de compromisos morales de dar, sin un contrato legal de por medio. “Nuestra esperanza es que el esfuerzo continúe en las generaciones venideras”, aseguran Buffett y Gates. ■