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El célebre chef español, José Andrés, no pudo llevarse el Premio Nobel de la Paz 2019 al que estaba nominado junto a otras figuras del panorama internacional, como la joven activista Greta Thunberg, o el primer ministro de Etiopía, Abiy Ahmed Ali, quien acabó siendo galardonado. Sin embargo, es innegable que el cocinero y propietario de los selectos restaurantes ThinkFoodGroup en Estados Unidos es un claro ejemplo de generosidad, tal y como demostró tras el Huracán Dorian en Bahamas o el Huracán María, que devastó Puerto Rico en 2017.
Esta vez, decidió ayudar durante la cuarentena por coronavirus dando clases de cocina en línea y de forma gratuita. Todas las tardes, el famoso y querido chef español publica videos con recetas fáciles de elaborar, en un esfuerzo por inspirar a los que están en casa a preparar un nuevo y delicioso plato. Las clases de José Andrés, que filma junto a su familia desde la cocina de su casa, ya son una exitosa tendencia en Twitter (bajo el hashtag #RecipesforthePeople).
Su bondad traspasa el éxito, al tiempo en que usa ese prestigio para beneficio de todas aquellas personas a las que pone un plato de comida caliente cuando más lo necesitan. José Andrés está hecho de otra pasta: ni duro ni blando, al dente.
Un hombre admirable
José Andrés tiene un perfil multifacético, así como es un innovador en la cocina, también es autor, educador, mediático, humanitario y propietario de 28 restaurantes esparcidos por todo Estados Unidos. A corta distancia, puede parecer un tipo seco, consciente de su estatus social de figura reconocida y poco propenso a la conversación. Tras su figura suele haber un pequeño séquito de personas que se mueven con la corriente que él mismo genera, entre su asistente personal y miembros de su equipo más cercano. A larga distancia, su capacidad de persuasión llega a esferas a las que pocas personas tienen acceso, demostrando que su corazón no entiende de fronteras.
Aunque no recibió el Premio Nobel de la Paz, su compromiso social cuenta con varios quilates. Su periplo altruista comenzó en 2010, cuando Haití sufrió el peor terremoto de su historia, en el que más de 100.000 personas fallecieron y millones quedaron sin hogar, alimentos, medicinas y ni siquiera agua. La situación era de emergencia y el chef José Andrés puso en marcha una idea que ya alcanza la década de vida: World Central Kitchen (WCK), una organización sin ánimo de lucro cuya misión es la de ser los primeros en asistir con agua y alimentos cuando se producen situaciones de causa mayor. República Dominicana, Perú, Nicaragua, Uganda, Camboya, Zambia, Cuba… son algunos de los países que incluyen la extensa lista donde esta ONG volcó su solidaridad.
Millones de platos de comida
En los últimos años, su influencia ha sido enorme. Durante el Huracán María que asoló Puerto Rico en 2017, José Andrés sirvió a través de su ONG más de tres millones de platos, una experiencia – como todas – que él vivió de primera mano y finalizó con la elaboración de un libro en el que explicó los detalles de su experiencia: ‘We Fed an Island: The True Story of Rebuilding Puerto’. Ese mismo año, tras el desastre en la isla caribeña, José Andrés asistió a la población de Houston con cientos de miles de platos servidos codo con codo junto a la Cruz Roja, tras los estragos que dejó el paso del Huracán Harvey.
Poco después, también en 2017, WCK brindó comida a los bomberos que combatieron los incendios del Sur de California y a los afectados por las llamas. Las comunidades de Hawaii también recibieron su ayuda tras la erupción del volcán Puna en junio de 2018. Tres meses después, las labores humanitarias se desplazaron a Carolina del Sur tras el Huracán Florence. En noviembre, José Andrés pasó el Día de Acción de Gracias abasteciendo a los supervivientes de los fuegos que sufrió el condado de Butte en California. Y más recientemente, sus solidaridad se desplegó en Bahamas, devastada por el Huracán Dorian, donde distribuyó 500.000 patos a los afectados de nueve islas.
Más allá de su nominación a Nobel de la Paz, José Andrés ha ganado numerosos premios, incluyendo la medalla Nacional de humanidad en 2015. Ha sido nombrado en la lista de “Las 100 personas más influyentes” por la revista Time en 2012 y 2018, y premiado como “Chef excepcional” y “Humanitario del año” por la fundación James Beard.
Sin ser su propósito, José Andrés nos da una lección de cómo el éxito puede ser canalizado hacia la labor humanitaria y nos muestra cómo se pueden combinar las tareas laborales del día a día con la ejecución de una misión solidaria, por pequeña que sea, que ayude a que otros a sobrevivir y a sentir que el amor también existe en situaciones difíciles. ■