Esa estatua que sostiene una antorcha, los impertérritos y ruidosos taxis amarillos, ese inexplicable humo perenne que sudan las alcantarillas y una multitud imparable de mujeres demasiado a menudo enfundadas en un aura de chic urbano. Así puede sonar cualquier intento de verbalizar el retrato de una ciudad que ha sido la fuente de inspiración inagotable para la diseñadora Donna Karan. Ella es tan cosmopolitamente neoyorquina como la urbe en la que nació, donde ha vivido siempre y a la que ha vestido durante mucho tiempo.
Bajo las firmas Donna Karan y DKNY, la diseñadora ha creado colecciones icónicas de ready-to-wear contemporáneo, vivo y cómodo. Su inminente temporada otoño-invierno 2013 vuelve a celebrar la naturalidad y sencillez de la elegancia. Con ese mismo espíritu que describe su estética, la mujer dueña de una de las sonrisas más polarizantes en el universo de la moda, asume, entiende y, sobre todo, practica la filantropía a través de su Fundación Urban Zen.
La organización sin fines de lucro que dirige la creadora tiene como empeño llamar la atención de todos hacia el bienestar, la salud, la preservación de las culturas autóctonas alrededor del mundo y mejorar las condiciones y la calidad de vida de la infancia más necesitada, aquélla que vive en sitios evadidos por la fortuna social. Entre las iniciativas para recaudar fondos desarrolladas por la agrupación con sede en la Gran Manzana, está la opción de todas las personas de hacer donaciones en su sitio web (www.urbanzen.org), las galas anuales para invitados VIP, la celebración de conferencias internacionales y la convocatoria habitual de expertos capaces de sugerir soluciones viables.
El nombre de Karan está asociado a la Fundación Urban Zen con el del fallecido artista plástico Stephan Weiss, quien fue su compañero sentimental por más de tres décadas. Para Karan, “el arte es un campo de energías unido por puntos, que son todos los seres humanos. Por eso es esencial que todo lo vivo se conecte a la hora de buscar soluciones a los grandes problemas”, declaró la diseñadora durante una entrevista reciente en Miami, al explicar la esencia de su iniciativa.
El libro Stephan Weiss: Connecting the Dots, está dedicado por Karan a Weiss, pero junto al placer de constituir un esencial de cualquier biblioteca privada, está el hecho de que parte de los fondos recaudados por su venta van a la Fundación Urban Zen. “El bienestar está en la nobleza del espíritu y de la salud plena”, afirma Karan. “A eso nos dedicamos”. Por eso, y por todo, ¡enhorabuena! ■