El 21 de noviembre de 2013 tuvo lugar una reunión importante entre Phillips y el arte latinoamericano que ayudó a mostrar el arte latinoamericano. Obtuvo resultados excelentes: unas ventas que superaron los 6 millones de dólares y una sección independiente dedicada exclusivamente al arte contemporáneo cubano. Laura González, jefa de la sección de arte latinoamericano de Phillips, confiesa estar muy satisfecha con las obras adquiridas para esta subasta. “Estoy muy orgullosa de continuar la tradición que Phillips ha establecido al ofrecer obras de vanguardia, siempre adelantándose a los demás”, dijo.
En esta ocasión, Phillips sacó a subasta 114 lotes estimados entre 5 y 8 millones de dólares, que finalmente fueron vendidos por más de 6 millones de dólares. En su catálogo se desplegaron obras de los más destacados artistas latinoamericanos de los últimos 60 años, con colecciones de Europa y América. Nombres como Lygia Clark, Hélio Oiticica, Sergio Camargo, Jesús Rafael Soto, Nelson Leirner, Guillermo Kuitca, Gabriel Orozco, Mira Schendel y Francis Alÿs protagonizaron la exhibición. Como novedad, la casa de subastas incluyó su primera sección independiente dedicada exclusivamente al arte cubano contemporáneo con obras de Carlos Garaicoa, Manuel Mendive, Umberto Peña, Amelia Peláez, Belkis Ayón y Tania Bruguera, entre otros artistas.
“Cuba es un participante activo en el diálogo cultural global. Un ejemplo claro de esto es su participación en las dos últimas Bienales de Venecia. Es hora de mostrar el trabajo de estos artistas que, en muchos casos, no han tenido la oportunidad de ser escuchados en el escenario internacional”, explica González. “También es positivo el interés creciente en las contribuciones artísticas de Cuba, no sólo en aquéllas relacionadas con asuntos políticos y sociales. Cuba ha sido siempre considerada una incubadora de pensamiento innovador, y es importante que los coleccionistas y el público conozcan esto”.
Pero la representación se extendió a toda América Latina. La obra que capturó la mayor atención, vendida en 1.865.000 dólares, fue Bicho invertebrado (1960), de la artista brasileña Lygia Clark, una de las líderes del movimiento neoconcreto, que realiza obras tridimensionales en las que ofrece un diálogo abierto con el espectador. Su Bicho invertebrado es un ejemplo del ofrecimiento que ella hace al público de convertirlo en artista, permitiéndole que manipule la columna vertebral del «bicho» con sus propias manos. De la misma artista, el trabajo Superficie modulada No. 2 (1957/1982) fue adquirido por valor de 461.000 dólares.
Otra obra incluida en la subasta es Metaesquema 153 de Hélio Oiticica, figuras geométricas parcialmente dislocadas, que fue vendida por 260.000 dólares. Asimismo, dos obras del artista plástico constructivista Sergio Camargo alcanzaron cifras destacadas en la subasta: Sin título (Relieve No.347), de 1971, que fue adquirida por 785.000 dólares, y Sin título, de 1979, que se vendió por 173.000 dólares.
Phillips sin duda ha encontrado su lugar en el mercado de las subastas al prestar especial interés al arte contemporáneo. Con un amplio equipo de especialistas en todo el mundo que configuran su catálogo, esta subasta de arte latinoamericano, la última de este tipo del 2013, cierra el año con un balance muy positivo: una magnífica acogida por parte de los compradores y un interés cada vez más creciente de los espectadores que acudieron a disfrutar de las muestras. ■
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