El museo de artes plásticas (arte moderno y contemporáneo) Eduardo Sívori de Buenos Aires cuenta con un fondo de más de 3,000 piezas. Desde 1933 – cuando se originó el proyecto- hasta la fecha actual, ha ido cambiando tanto de espacio como de sentido museístico. Por ese camino ha asimilado, por ejemplo, las nociones de “centro cultural” que suelen tener los museos en la actualidad.
En lo que parece ser su emplazamiento definitivo desde 1995, cuenta con salas de exposiciones para la colección permanente, para los fondos rotativos y para exposiciones temporales; un espléndido jardín de esculturas, una biblioteca, gabinetes de restauración, un pequeño anfiteatro y salones de usos múltiples para cursos, conferencias y todo tipo de espectáculos. Contiene también, por supuesto, tienda de regalos y cafetería. El estar en un lugar céntrico y de referencia en la ciudad, frente al Rosedal de Palermo, facilita también su acceso.
En su programa de actividades el Museo Sívori abarca las artes plásticas, las artes escénicas y la escritura, dirigidas a especialistas del mundo del arte y al público en general, con atención especial a niños, adultos y personas con necesidades especiales (invidentes).
Para las vacaciones de invierno, el Museo Sívori prepara actividades y espectáculos dirigidos a las familias, con talleres de animación, collage, pintura, serigrafía, papiroflexia, guía de museo y teatro.
Para este invierno austral, el Museo anuncia tres exhibiciones: Lasser, Destellos de lo invisible; Horacio D’Alessandro. Pinturas y Caricatura Francesa del siglo XIX.
Lasser, Destellos de lo invisible, del pintor Juan Carlos Lasser (1952-2007) reúne la última producción del artista, en la que busca la esencia de las transparencias a través de la acuarela. Según lo presenta Silvia Marrube, investigadora del Museo Sívori, “Sus telas van desde la monocromía, como las trabajadas en azules o rojos, hasta los extremos de los valores del blanco y el negro”. Añade que la textura de sus obras “generan climas: desde las densas y expresivas, hasta aquellas donde la dilución del óleo llega a la trasparencia de la tela, permitiendo la aparición del dibujo, sustento primero de la composición”.
LASSER. Deslizamiento en rojos, 2006.
Horacio D’Alessandro. Pinturas reúne una serie de obras iniciada en 1998, realizadas en madera y con marcos recortados. Además de artista y académico, D’Alessandro es un experto en arte que ha coordinado el área de exposiciones del propio Museo Sívori (1983-1989) y, posteriormente, ha sido responsable del Departamento de Museología del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (1989-2009). Su posición creativa implica una conciencia crítica “diferente”. Sobre la muestra, el Museo dice que en ella “explora al máximo las posibilidades formales de esos recortes y las cualidades expresivas de materiales no tradicionales, como polvo de mármol, clavos, alambre de cobre, piroxilinas, barnices y cera de abeja, entre otros”.
LÓPEZ ARMENTIA. El corazón y la razón.
Caricatura francesa del siglo XIX, colección y curaduría del Museo del Dibujo y la Ilustración, expone una selección de 50 grabados (aguafuertes, litografía y otras técnicas) de los siglos XVIII y XIX.
J.J. Grandville.
Entre los autores: William Hogart, James Gillray, Honoré Daumier y J.J. Grandville. Las obras se publicaron en periódicos y revistas inglesas y francesas como Le Caricature, Punch, Le Charivari y L’Eclipse. La selección contiene, además, litografías que se publicaron en Italia, España, Rusia, Alemania, México, Uruguay y Estados Unidos.
Un capítulo especial de esta exposición está dedicado a la Argentina, y sus principales exponentes fueron los periódicos El Mosquito y Don Quijote y, ya sobre fines del siglo XIX, la revista Caras y Caretas. ■