Gracias al Museo Thyssen‐Bornemisza, el verano madrileño se presenta con tintes “poperos” con la exposición “Mitos del pop”, que podrá ser visitada desde el 10 de junio hasta el 14 de septiembre del 2014. Han pasado más de dos décadas desde que el Museo Reina Sofía dedicara una exhibición a esta corriente artística que revivirá estos días en la capital de España. Nada más fresco para el caluroso verano que los aires y colores de uno de los movimientos artísticos que más gustan a todo tipo de público.
DAVID HOCKNEY. Autorretrato con guitarra azul, 1977.
La exhibición “Mitos del pop” es diferente a la que hiciera el Reina Sofía en 1992. En esta ocasión, la comisaria de la muestra, Paloma Alarcó, jefa de Conservación de Pintura Moderna del museo madrileño, pretende volver la mirada al arte pop desde la perspectiva del siglo XXI. Y lo hace a través de más de 100 obras que incluyen las de su precursor, el pop británico, hasta el pop clásico norteamericano y su expansión por Europa, con el propósito de encontrar las fuentes comunes del pop internacional.
El recorrido finaliza con un grupo de obras de artistas íconos de este movimiento. Se trata de “una revisión de los mitos que tradicionalmente han definido el pop con el objetivo de demostrar que sus míticas imágenes, en su tramposa superficialidad y engañosa banalidad, esconden un irónico y demoledor código de percepción de la realidad, un código que sigue aún vigente en el arte de nuestros días”, explica Alarcó.
MIMMO ROTELLA. Cleopatra, 1963.
En definitiva, la revisión de estos mitos pretende demostrar que las imágenes de artistas como Warhol, Rauschenberg, Wesselmann, Lichtenstein, Hockney y Hamilton, entre otros, encierran ese “código” que las hace válidas en pleno siglo XXI.
La muestra del Thyssen cuenta con la colaboración de Japan Tobacco International (JTI) y con obras procedentes de más de 50 museos y colecciones particulares de todo el mundo, como la National Gallery of Art de Washington, la Tate Modern de Londres, el Instituto Valenciano de Arte Moderno o la prestigiosa colección Mugrabi de Nueva York.
[I] ANDY WARHOL. Lata grande de sopa Campbell’s rasgada (Black Bean), 1962. [D] RAY JOHNSON. James Dean (Lucky Strike), 1957.
Si algo tuvo de transgresora la corriente artística del pop fue el despertar que provocó en la imaginación popular. Su aparición, entre las décadas de 1950 y 1960, coincidía con un momento de liberación y cambio en el arte y la sociedad. El arte pop rompe los límites entre la alta y la baja cultura o entre lo artístico y lo profano. De acuerdo a la perspectiva de estos artistas, toda imagen puede ser reciclable y todo objeto es susceptible de convertirse en arte.
Para esta muestra, las salas del Museo Thyssen‐Bornemisza se han organizado según los géneros clásicos —como el retrato, la naturaleza muerta o la pintura histórica o paisajística— y muestran la obra de las grandes figuras del pop norteamericano y británico conjuntamente con la de artistas españoles, italianos, alemanes o franceses que compartieron una actitud similar. ■