Jiro Takamatsu (1936-1998) fue una de las figuras cimeras del arte plástico japonés de la postguerra. Sus propuestas transgresoras escapaban de los estilos de la época, como el surrealismo, el dadaísmo y el minimalismo. De hecho, se puede decir que el artista se valía de conceptos y técnicas de estas corrientes para desarrollar su arte, que expresaba a viva voz todas sus convicciones políticas y sociales. Lea aquí más sobre arte y cultura.
En un homenaje al artista, el Museo Nacional de Arte de Osaka, en Japón, presentará una muestra retrospectiva dedicada a Takamatsu del 7 de abril hasta el 5 de julio del 2015. La exposición, denominada “Trayectoria de trabajo”, expondrá más de 300 dibujos en papel, ordenados en forma cronológica, que demuestran el desarrollo del trabajo del artista, apuntando a la comprensión de las distintas etapas de su producción. La muestra también expondrá trabajos finales, libros de diseño y fotografías documentales.
Nacido en 1936 y egresado de la Universidad Nacional de Bellas Artes de Tokio en 1958, donde se especializó en pintura al óleo, Takamatsu desarrolló una visión crítica con respecto al papel del arte en la sociedad, ofreciendo una perspectiva estética particular de ampliación de límites y técnicas que lo llevaron a expresarse en distintos medios como la escultura, la pintura, el dibujo, la fotografía y el performance. A lo largo de su vida, el artista participó de diversos grupos rupturistas —como el Hi Red Center— en donde los artistas buscaban ampliar la transcendencia del arte más allá de los confines de las exhibiciones y realizaban intervenciones urbanas retirando sus piezas de museos y galerías. En este clima de reconstrucción social de la postguerra, los artistas como Takamatsu pretendían traspasar la frontera entre el arte y la realidad y “llevar la expresión hacia lo cotidiano”.
Inspirado por las imágenes de sombras del siglo XIX, Takamatsu comenzaría, a partir de 1964, una etapa prolífera de producción experimental apoyándose en las proyecciones de sombras de todo tipo para crear piezas en pintura, dibujo, instalaciones y esculturas que demuestran una sutileza estética brillante y sobrecogedora. La serie de pinturas dedicadas a las sombras (1964–1998), por ejemplo, demuestra una minuciosa investigación de los fundamentos técnicos de la pintura en esmalte y acrílico.
Por su parte, el Museo Nacional de Arte Moderno de Tokio, Japón, también presentó recientemente una muestra artística de Jiro Takamatsu, organizada por el reconocido estudio de arquitectura nipón Torafu Architects. La muestra, que estuvo expuesta hasta marzo del 2015, explotó todo el genio creativo de
Takamatsu a partir de sus obras y también con la disposición de espacios experienciales que pretendían incitar al visitante con la visión del artista.
Apenas ingresaba a la muestra, el espectador se hallaba en una sala en penumbras, con una escultura del artista iluminada desde atrás, proyectando una superposición de sombras que reproducen el proceso creativo de Takamatsu. Por otro lado, la tarima del salón principal se diseñó con las dimensiones exactas del estudio de trabajo del artista y en la misma se desplegó una serie de libros de diseños para que el visitante pudiera contemplar su prolífera producción, sumido en la reproducción del ambiente cotidiano en el que trabajaba Takamatsu.
Como lo demuestran ambas exposiciones, el trabajo artístico de Jiro Takamatsu es una muestra más de la expresividad estética y filosófica que nos otorga el arte moderno, comprometido siempre con sus procedencias y contextos.
. ■