MARIO TESTINO.
Sus fotos de Lady Di, en 1997 para Vanity Fair, son inolvidables. En ellas, la admirada princesa Diana vestía un diseño de Catherine Walker que fue subastado recientemente.
Testino tiene su residencia permanente en Londres, pero su amor por Perú, su tierra natal, continúa tirando de él, de sus intereses y de sus emociones. Es el orgullo por su cultura el motor que le impulsa y lo mueve. Ha manifestado públicamente su interés por documentar las formas y la cultura peruana, para situar la imagen de este país a un alto nivel. Y ahora desea, mediante su influencia, rescatar el señorío, el poder y la belleza del arte peruano. Al respecto, ha declarado: “La mayor parte de mis fotos de moda consisten en retratar la personalidad de la gente. Verse más guapa, más poderosa, más interesante”. Del mismo modo, ese ha sido su empeño al realizar esta muestra de vestidos típicos de su tierra.
Llama la atención la cantidad de trajes rescatados por Testino, muchos de ellos nunca antes documentados. Su colorido, sus texturas, el arte de las filigranas que utilizan en los diseños son de una delicada maestría artesanal. Sobre la base de esa importancia cultural que desea alcanzar mediante la fotografía, explica su interés por documentar el arte contenido en el traje, al tiempo que ofrece un espacio para el desarrollo de la obra de otros artistas peruanos.
Alta Moda contiene retratos de hombres y mujeres luciendo trajes típicos con elegancia, de las provincias de Cuzco, Calca, Chumbivilcas, Espinar y Paucartambo, entre otras. Es una labor en la que el fotógrafo dice haber trabajado durante cuatro años. La exhibición muestra, además, cinco vestidos de Dior de la colección del 2005, creaciones de John Galliano inspiradas durante su viaje a Perú.
Alta Moda puede visitarse en la asociación MATE, en Lima, Perú, fundada por el artista en el 2012. La muestra viajará a Nueva York y Dallas y, posteriormente, se presentará en otros países.
Con esta nueva exposición, Mario Testino lleva el arte peruano, el arte típico de sus trajes y su elegancia, al escenario internacional. ■