El proyecto tiene un valor total de 10 millones de euros (12,9 millones de dólares) que son aportados por la Fundación Emilio Embasz. El Ayuntamiento de Madrid, por su parte, concede a la Fundación (que gestionará el Museo) el edificio, de titularidad municipal, por un periodo de 75 años.
El Museo del Arte, Arquitectura, Diseño y Urbanismo (MAADU) se levanta en el número 30 del Paseo del Prado, en el eje Prado-Recoletos, conocido como el “Paseo del Arte” o “la milla del arte”. El arquitecto mostró la maqueta en una rueda de prensa que tuvo lugar al término de la firma del convenio.
El edificio antiguo requirió de una rehabilitación a fondo por el estado de abandono y las pésimas condiciones de conservación en las que se encontraba. Se lleva a cabo una modernización sustancial, y se aplican transformaciones para que pueda desarrollarse en su interior la actividad museística y cultural. Ambasz ha dicho que sólo la remodelación requeriría un estimado de 4,5 millones de euros (5,8 millones de dólares).
“Madrid es uno de mis lugares favoritos por su ubicación y su arquitectura. La idea de crear un museo en España surge de mi vínculo con este país, donde soy ciudadano por concesión real y he emprendido proyectos reconocidos internacionalmente como el «Centro de Retiro Espiritual» en Sevilla, que fue parte de la exposición mostrada en el Centro Nacional de Arte Contemporáneo Reina Sofía de Madrid y en el MOMA de Nueva York. Estoy enormemente orgulloso de poder ampliar la oferta cultural de esta hermosa ciudad y dejar un legado para los apasionados de la arquitectura como arte,» dijo Emilio Ambasz cuando se anunció el proyecto.
La fachada será sustituida por un “jardín vertical” para permitir la impermeabilidad y el aislamiento del edificio del calor y de la luz natural. El techo estará cubierto de vegetación para favorecer la absorción del agua de lluvia. Y el interior será diáfano y amplio. Tendrá cuatro plantas de unos 800 metros cuadrados, y una quinta planta en la que habrá un restaurante.
Ambasz ha destacado que no es suficiente que un edificio tenga una estructura que evite que se desperdicie el agua de la lluvia para que sea clasificado como “verde”; debe poseer, además, un grado de ahorro de energía.
El Museo contará con una colección permanente de arte, arquitectura y urbanismo revolucionario y sostenible, exposiciones temporales y una biblioteca virtual, y actuará de centro de congresos y convenciones dedicados al arte que apuesta por la fusión entre arquitectura y la naturaleza.
Este no es el primer museo que “regala” Emilio Ambasz. El diseño del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires fue también un regalo del arquitecto. La construcción llevó 14 años. Ambasz ha dicho que espera que la construcción del Museo del Arte, Arquitectura, Diseño y Urbanismo de Madrid se complete de la manera más rápida y eficiente posible.■