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El Mori Building Digital Art Museum: teamLab Borderless es un nombre bastante largo y atípico para un museo. Y es que su naturaleza misma es inusual, pues se trata del primer museo exclusivamente dedicado al arte digital en el mundo. Y, como no podía ser de otra forma, está ubicado en Tokio, Japón, donde la tecnología es un culto nacional.
Si se deseaba originalidad en el concepto, los japoneses lo lograron. Antes de entrar a explicar los atractivos de esta meca del arte digital, empecemos diciendo que desde el inicio no pudieron hallar mejor lugar para levantarlo.
El Digital Art Museum se encuentra en Odaiba, una isla artificial que está unida a Tokio por el hermoso puente Rainbow, de casi 800 metros de longitud. Es decir, si se trata de celebrar lo artificial en el mundo, el museo está en un sitio inmejorable. Visita aquí el sitio web del museo.
El edificio del museo de arte digital ocupa una superficie de 107.000 pies cuadrados y está dividido en cinco salas o espacios enormes. En cada una de ellas se exponen 50 obras de arte, algunas de tamaño regular, otras monumentales y otras de las que es difícil determinar su tamaño o duración.
Si en un museo de arte normal uno encuentra un espacio fijo para cada cuadro, acá se trata de jugar con la continuidad de obras “infinitas” que se extienden a través de espacios variables, que a veces se acortan o se alargan sobre las paredes, pisos y techos blancos del recinto.
Las obras del museo de arte digital son proyecciones de luz, imágenes, láser y, desde luego, sonido sobre el espacio; pero un espacio donde el espectador puede invadir y verse rodeado de luces de colores, siendo parte de las obras mismas al interactuar con ellas. Algunos pueden percibir al Digital Art Museum como una especie de playground para adultos en clave psicodélica, y la definición podría ser justa.
Tecnológicamente, el museo de arte digital emplea 470 proyectores Epson y hace uso de 520 computadoras para exponer el arte hecho con todo lo que puede surgir del mundo digital, y es que el Mori Building Digital Art Museum: teamLab Borderless es producto del esfuerzo de la compañía de bienes raíces Mori Building (que aportó las instalaciones) y el colectivo artístico teamLab, un grupo de devotos de la era digital que se autodenominan “ultratecnologistas” y que tienen a Toshiyuki Inoko como director y fundador.
En los años 90, Inoko se dio cuenta de que podía combinar sus estudios de ingeniería con el arte, y creó teamLab, un grupo de 300 personas que tienen tanto de artistas como de técnicos. Ellos son los que se encargan de llevar a cabo las obras digitales del nuevo museo, que pueden ir desde jardines hechos de luz, hasta habitaciones oscuras donde lámparas se encienden en cadena, hasta apagarse y volver a encenderse. ■
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