¿Qué significa ser cool? La Smithsonian National Portrait Gallery explora la palabra en toda su extensión —con sus implicaciones sociales y su adaptación a través del tiempo— con la muestra fotográfica American Cool, que se exhibirá hasta el 7 de septiembre del 2014 en Washington D.C. Es difícil definir con precisión qué significa ser cool. Lo cierto es que la palabra se ha convertido en todo un fetiche global que parece no caducar.
James Dean.
La palabra fue acuñada durante la década de 1940 por el legendario saxofonista Lester Young. En un inicio, sólo se refería a quienes lograban conservar la ecuanimidad durante los vertiginosos cambios sociales de la época, aquellos que parecían sentirse cómodos en su propia piel sin importar la circunstancia. Sin embargo, con el paso del tiempo, el uso moderno de este término se ha convertido en un estado psíquico, en la abreviatura del autocontrol, del liderazgo inherente de un individuo y de su capacidad para marcar la pauta en una sociedad acelerada.
El concepto ha adquirido tal complejidad histórica que se ha vuelto el objeto de disección para el equipo de curaduría de la Smithsonian’s National Portrait Gallery. El resultado es American Cool, una serie fotográfica sin precedentes de destacadas personalidades, iconos innegables de la historia de Estados Unidos y el mundo entero. Además de las fotografías, la muestra incluye también la proyección de cortos musicales y fragmentos de películas, así como la audición de la música creada por los artistas seleccionados para la serie.
Billie Holiday.
La peculiar evolución del término, y su entorno, es lo que sirve como hilo conductor de la muestra. Desde las raíces de lo cool con Fred Astaire, Billie Holiday y Ernest Hemingway, hasta Audrey Hepburn, Elvis Presley, Frank Sinatra y Clint Eastwood, American Cool reúne bajo un mismo techo a los “rebeldes exitosos de los Estados Unidos” que sobresalieron en diversos ámbitos: la música, el arte, el cine, los deportes, la literatura, e incluso, el activismo político.
No se trata de una selección aleatoria de 100 retratos. American Cool es el resultado de un delicado y complejo proceso de selección que en un inicio incluía alrededor de 500 nombres. Luego, tras cinco años de investigación y trabajo, el equipo de curadores logró establecer parámetros claros para la selección de las fotografías: las personalidades incluidas en la muestra debían ser inconfundibles para el ojo del espectador y forzosamente debían ser creadores de un legado capaz de sobrevivir al olvido colectivo.
(I) Miles Davis; (D) Audrey Hepburn.
La música también es importante en esta exposición. Las canciones que resuenan en el espacio de la galería tienen un significado especial: desde el entrañable blues de Muddy Watter, el jazz de Duke Ellington y las canciones de protesta de Bob Dylan, hasta el estridente rock punk de Deborah Harry. American Cool es un recorrido cargado de nostalgia. También son protagonistas las obras cinematográficas que perduran en el recuerdo, las piezas literarias indispensables en la biblioteca de cualquiera y los discursos políticos y sociales que cambiaron el rumbo de la historia. American Cool reúne, conjuga y yuxtapone la cultura y la contracultura en un excelso homenaje a los ecos del pasado y el sonido del presente.
A lo largo de los años, cada generación de estadounidenses ha contado con un puñado de íconos que redefinen y moldean lo que es cool. La sola proyección de su individualismo, de su carisma y su personalidad, parece ser suficiente para inyectar estilo e innovación a toda una generación de jóvenes, ávidos de todo cuanto sea novedoso. “Nuestro único objetivo es que la muestra provoque debates intergeneracionales”, señala Joel Dinerstien, profesor de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans, Luisiana, y cocurador de la exposición. “Los de mayor edad pueden explicarle a sus nietos quién era Gene Krupa y por qué es importante. Y los jóvenes pueden decirle a sus abuelos quién es Jay-Z y por qué es importante”.
Steve McQueen.
Pero no son sólo las personalidades de la muestra lo que atrae al público hasta el segundo piso de la National Portrait Gallery, sino también los fotógrafos que lograron capturar la esencia de estas personas. Con nombres legendarios como Annie Leibovitz, Henri Cartier-Bresson y Richard Avedon, entre otros, American Cool también logra agregar a su lista de íconos a aquellos que permanecieron siempre detrás de la lente.
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