La siempre esperada Bienal del Museo Whitney de Nueva York, que tendrá lugar del 7 de marzo al 25 de mayo del 2014, viene con nuevos aires e ideas de la mano de tres curadores de fuera de la institución: Stuart Comer, curador de Media and Performance Art del Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York y de la filmoteca del Tate Modern de Londres; Anthony Elms, curador del Contemporary Art Institute de Filadelfia; y Michelle Grabner, artista y profesora en el Departamento de dibujo y pintura del School of the Art Institute de Chicago. Cada uno de ellos aportará su propia metodología, supervisará su propia sección y dará aún más apertura a esta muestra que congrega a 103 artistas.
Los curadores Anthony Elms, Stuart Comer y Michelle
Grabner.
Al atractivo de estas tres nuevas voces en la selección y supervisión de los artistas, se suma que la Bienal del 2014 será la última que se celebre en las instalaciones de la avenida Madison y la calle 75 de Manhattan, ya que en la primavera del 2015 la institución se trasladará a un nuevo edificio. Además, estos tres curadores contarán con el apoyo de Elisabeth Sussman y Jay Sanders, asociados al museo y responsables del éxito de la Bienal del 2012. Desde que Gertrude Vanderbilt Whitney iniciara en 1932 su serie de exposiciones anuales y bienales, han pasado ya 77 ediciones que siempre suponen un reto de calidad y adaptación a cada tiempo.
“La Bienal 2014 reúne el fallo de tres comisarios con muy distintos puntos de vista. Hay poca coincidencia en los artistas que han seleccionado y, sin embargo, existe un terreno común. Esto puede verse en la selección de artistas que trabajan de manera interdisciplinaria, artistas que trabajan colectivamente, y artistas de distintas generaciones. En conjunto, los 103 participantes ofrecen una de la más amplias y diversas selecciones de arte estadounidense que el Whitney ha ofrecido en muchos años”, explica Donna De Salvo, curadora y directora de programación del museo neoyorquino.
En la selección de trabajos para su sección de la Bienal, Comer ha tenido en cuenta “la complejidad de la práctica del arte contemporáneo, incluyendo a muchos tipos de productores culturales: colectivos editoriales, artistas-curadores, activistas, músicos, poetas, bailarines, cineastas, pintores, escultores y fotógrafos”. Destaca que “estos artistas suelen trabajar en la intersección de los movimientos políticos y las declaraciones personales, abordando los cambios globales de los modos más vibrantes y variados”.
Según Elm, otro de los curadores de la Bienal, un museo como el Whitney “debe contener una multiplicidad de voces y un sentido de la poesía y debe exhibir obras de arte de todas las disciplinas creativas y cuestionar la relación entre el pasado, el presente y las historias que aún no se han escrito”. Por su parte, Grabner ha procurado convocar a figuras de influencia en su campo, tanto dentro de los centros geográficos y comerciales del arte mundial como fuera de ellos.
Whitney Museum of American Art.
Tras la publicación del listado de artistas, los expertos han apuntado que si la bienal anterior se caracterizó por su carácter híbrido, la inserción de estos tres curadores multiplica aún más esa cualidad. Se contempla, por ejemplo, una fuerte inclinación a la literatura: no hay más que ver el nombre del célebre novelista David Foster Wallace y un gran número de artistas conocidos también por sus facetas de escritores, tales como Alex Jovanovich, Pedro Vélez, Gary Indiana o David Robbins. También muchas muestras son de artistas que se identifican como poetas o artistas-poetas, como Etel Adnan, Susan Howe y Travis Jeppesen. Y, aunque los expertos apuntan que escasean grandes nombres más tradicionales, lo cierto es que estos también tienen cabida en la Bienal, como es el caso de los famosos pintores, fotógrafos y escultores Sherrie Levine, Laura Owens, Sterling Ruby, Charline von Heyl y David Hammons, entre otros.
La muestra de este año también posa su mirada en las redes sociales, consciente de la importancia que han adquirido en la sociedad actual. Lo hace exponiendo trabajos de artistas que se relacionan con las interacciones personales antes del nacimiento de Facebook. También el cine experimental, el vídeo, la danza, el sonido y la música tienen su voz. Algunos ejemplos son: la acordeonista Pauline Oliveros; el compositor minimalista Charlemagne Palestine; los jóvenes bailarines Miguel Gutiérrez y Taisha Paggett; los cineastas Michel Auder y Andrew Bujalski; y directores más experimentales como Morgan Fisher y Victoria Fu. ■