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Aunque los espacios culturales grandes y más formales siempre han escaseado en aquel continente, el arte africano por fin tiene tres centros artísticos que ponen de relieve a los grandes artistas africanos tanto como a los emergentes; que reflejan la realidad del continente y sirven de catalizador para la unión y la paz de sus gentes. Acompáñenos a Etiopía, Uganda y Kenia para descubrir estos sorprendentes santuarios de la cultura africana.
Centro Zoma de Arte Contemporáneo, Etiopía
¿Se imaginó alguna vez un santuario que incorporase la naturaleza en obras de arte contemporáneo? Pues tal maravilla existe. El Centro Zoma de Arte Contemporáneo de Etiopía (ZCAC) es la historia de una iniciativa que se enorgullece de haber transformado la vida de decenas de artistas, dándoles una plataforma internacional mientras cuida y protege el medio ambiente. The New York Times lo recomendó como uno de los mejores lugares para visitar en el 2014.
El centro lleva el nombre de Zoma Shifferaw, un prometedor artista etíope que falleció de cáncer en 1979.
El artista Elias Same, el cerebro detrás de la organización, ha trabajado para posicionarlo como un centro de arte contemporáneo fundamental. Después de presentar en el 2009 la exposición individual Ojo de la aguja, ojo del corazón en el Museo de Arte de Santa Mónica, California, Elías dedicó cerca de siete años a crear el ZCAC. Sus incesantes esfuerzos ya están mostrando importantes resultados.
Hay dos centros: Uno está situado en la capital de Etiopía, Addis Abeba, y el otro en Harla, un pequeño pueblo del sureste del país. Tienen un diseño único en el que barro, paja y piedra comunican el mensaje de la necesidad de luchar por la sustentabilidad del medio ambiente a través del arte. La mayoría de los proyectos llevados a cabo por el centro se concentran en la importancia de la naturaleza y contribuyen a la búsqueda de soluciones a los problemas ambientales actuales.
En Harla, el centro de arte involucra a la comunidad local en sus operaciones y funciona como una familia. Los proyectos de arte y la enseñanza que se brinda a los locales tienen prioridad.
La institución invita a artistas internacionales a que vengan a conocer a sus homólogos de Etiopía e intercambien ideas con ellos, y también organiza eventos internacionales en los que han participado artistas de renombre como David Hammons, de Nueva York, cuyas obras se han exhibido en decenas de museos y galerías de América.
A medida que el centro se extiende e involucra a más artistas, continúa mostrando al mundo lo que África puede producir.
Galería AfriArt, Uganda
En la grisácea y tranquila área de Lugogo en Kampala, la capital de Uganda, hay un imponente centro de arte que está conectando a decenas de artistas del país y del este de África con diseñadores internacionales y que, además, ofrece una plataforma para que los artistas emergentes puedan mostrar sus destrezas.
La Galería AfriArt, inaugurada en el 2002, ha crecido de tal manera que ahora atrae a amantes del arte de todo el mundo, y se ha transformado en un punto fundamental de encuentro para las personalidades más influyentes del arte africano.
Su interior está lleno de una amplia variedad de obras, desde esculturas, objetos de vidrio reciclado, cerámica y prendas con diseños costumbristas, a motivos que hablan del estilo de vida de la Uganda contemporánea.
Esta maravillosa muestra de arte transmite mensajes que reflejan la vida social y cultural de un país bautizado como “la perla del África”. Desde la religión, la política, las cuestiones de género y el buen gobierno, estos trabajos han capturado la esencia de la nación de una manera que ningún otro medio lo había hecho.
Mientras que la galería ha logrado avances significativos en el ámbito internacional al colocar la mayoría de sus piezas más destacadas en exposiciones mundiales y al ofrecer intercambios entre artistas establecidos y emergentes, se ha posicionado también como un punto de referencia para descubrir el talento innato de la región.
Los artistas en este centro emplean materiales de la zona, no sólo porque son fáciles de conseguir, sino porque también revelan la esencia africana de sus piezas. La mayor parte de los procesos incluyen fibras de sisal y paños de fondo.
Pero esta institución también cuenta con un diverso grupo de creadores con otras características. Mientras que los artistas individuales se inspiran en el ambiente tradicional de Uganda y de las comunidades más grandes de África oriental, otros son versátiles y han experimentado con éxito conceptos e influencias internacionales.
Centro Artístico GoDown, Kenya
En la periferia de la zona industrial de Nairobi, capital de Kenia, se encuentra un taller remodelado de 10.000 metros cuadrados, con la entrada decorada por sugestivos grafitis que narran cuentos populares africanos o aleccionan sobre algún tema de actualidad. Bautizado como El Centro de Arte GoDown, es el epicentro de un renacimiento del arte con los jóvenes a la vanguardia.
Las instalaciones albergan una mezcla de prodigio artístico, desde la música y las artes visuales hasta el teatro y la danza. Este recinto pionero es el primero de su clase en África del este, y ha ganado prestigio por crear una nueva generación de artistas expresivamente audaces y con una imaginación sin límites. El centro está dividido en diversos espacios, como el auditorio principal, que se utiliza para eventos culturales; 10 estudios de arte individuales, que incluyen estudios de animación; una galería de arte para albergar grandes exposiciones locales y regionales, y salas de reunión.
El Centro GoDown ha logrado llegar a más artistas, y al país en general, a través de proyectos emblemáticos por los que ha recibido muchos elogios. Entre ellos, el festival Nai ni Who, que en swahili significa “Quién es Nai”. El evento se enfoca en Nairobi como metrópoli con una rica diversidad de culturas y de tribus. En un país en donde los ciudadanos se identifican con afiliaciones tribales que a veces han provocado violencia, el festival pretende animar a los residentes de la capital a unirse en una celebración que aúne a los diversos grupos llamada Partiendo desde el Centro, en la cual el festival serpentea por los barrios de la ciudad con sus desfiles y conciertos y con una exhibición de grafitis por la paz.
Después de 13 años de existencia, el centro espera llevar su misión de establecer un sólido sector artístico y cultural a un nivel superior. Pero, para sus artistas, esto es sólo el comienzo. ■