El poder de seducción de una exposición museal no sólo lo determina su contenido sino el enfoque original con que se aborde el tema. Esa intervención sobre el proceso perceptivo del público depende definitivamente de las destrezas de los ejecutores del proyecto curatorial. La articulación entre los exponentes y la presentación del conjunto es lo que invita o no a un visitante a involucrarse en un recorrido por las galerías.
Pues bien, justamente eso es lo que han logrado Sharon S. Takeda, Kaye D. Spiller y Clarissa M. Esguerra, todos especialistas del departamento de Vestuario y Textiles de LACMA (Los Angeles County Museum of Art’s), con la recientemente inaugurada muestra Regining Men: Fashion in Menswear, 1715-2015, una abarcadora exploración de la moda en la ropa masculina a lo largo de tres siglos.
Habitualmente, las cada vez más frecuentes muestras dedicadas al tema del vestuario en instituciones de diversas latitudes le han imprimido a sus propuestas un ordenamiento cronológico. Pero en el caso de la que exhibe el LACMA, el trío de curadores se ha lanzado audazmente a romper con este esquema y ha preferido demostrar cómo la moda puede influir de un siglo a otro y tener un impacto trascendental en los estilos y tendencias del vestir masculino.
izquierda: Walter Van Beirendonck; derecha: Uniforme naval
En su recorrido el público descubre una secuencia que, en lugar de clasificar el vestuario por periodos, está subdividida por cinco secciones temáticas: Revolución/Evolución, Este/Oeste, Uniformidad, Conciencia del cuerpo y El hombre espléndido. Un panorama de 300 años que tiene su punto de partida en tiempos de la Revolución Francesa y permite apreciar los diseños militares y las interacciones entre este y oeste que marcarían el rumbo de los textiles y la moda en las generaciones siguientes.
También establece de manera reveladora las conexiones entre la moda masculina y femenina a través de la selección de diseños de ambos sexos que coincidieron en una misma época. Por ejemplo, se exhibe un traje de tres piezas de un varón aristócrata en el siglo XVII, tan ostentoso y llamativo como el opulento vestido de su contraparte femenina. O se puede seguir la evolución de la ropa de hombre desde el estilizado corte del siglo XIX hasta los diseños metrosexuales del siglo XXI, muy permeados de detalles andróginos.
La exhibición logra argumentar de manera eficaz, en cada uno de los 200 modelos provenientes de la colección permanente de LACMA, la relación entre la historia y la alta costura orientada al hombre, siguiéndole el rastro a su accidentada trayectoria ya sea en sus etapas más grises o en los momentos de máximo esplendor.
De Pierre Cardin a Walter Van Beirendonck; desde clásicos como Yves Saint Laurent, Phillip Lim, Rudi Gernreich, hasta populares diseñadores contemporáneos como Jeremy Scott han sido seleccionados para ilustrar la travesía sartorial a través de la indumentaria de nobles, dandies, movimientos mod, hispter o punk y muchas otras tendencias.
“A través de estos ejemplos de conjuntos históricos y contemporáneos”, explica Sharon S. Takeda, comisaria principal de la muestra y directora del Departamento de Vestuario y Textiles de LACMA, “los espectadores pueden descubrir la naturaleza evolutiva de la indumentaria de hombre y contemplar la proyección futura de la moda masculina”.
La atractiva exposición puede visitarse hasta el 21 de agosto de 2016. ■